El invierno severo ha afectado gravemente al norte de Europa y a Estados Unidos, generando trastornos en la movilidad y dejando a millones en incertidumbre. Aeropuertos, rutas y servicios de transporte enfrentan grandes desafíos debido a las nevadas históricas y bajas temperaturas.
En Europa, las intensas tormentas de nieve afectaron la operatividad de aeropuertos clave en Inglaterra, Alemania y Países Bajos. Regiones del País de Gales y el norte de Gran Bretaña amanecieron cubiertas por varios centímetros de nieve. Esto obligó a los aeropuertos de Manchester y Liverpool a cerrar temporalmente. Aunque reabrieron tras intensas labores, los retrasos persisten, afectando los planes de miles de viajeros.
En Alemania, el aeropuerto de Fráncfort, el más grande del país, canceló 120 vuelos por nieve y mala visibilidad. Mientras tanto, en Múnich, se reportaron 35 cancelaciones. En Países Bajos, el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol, un hub central para Europa, acumuló 68 cancelaciones y más de 200 retrasos. Los efectos se extendieron a España, donde los aeropuertos de Madrid y Barcelona experimentaron demoras significativas.
Al otro lado del Atlántico, Estados Unidos enfrenta una tormenta invernal catalogada como una de las más severas de la década. Más de 70 millones de personas están bajo advertencia del Servicio Meteorológico Nacional (NWS). Kansas y Misuri reportan ventiscas, lluvias heladas y nieve, con acumulaciones que podrían superar los 38 centímetros.
La tormenta afecta una franja de 2,400 kilómetros desde el Medio Oeste hasta la costa este. En Kansas City, el aeropuerto cerró temporalmente por el hielo acumulado, mientras que en Washington D.C. se esperan nevadas de hasta 25 centímetros que podrían paralizar la capital.
La aerolínea American Airlines advirtió sobre alteraciones en 46 aeropuertos, mientras las autoridades piden extremar precauciones y evitar viajes no esenciales.