POR JOSÉ ZENTENO
El martes 7 de enero nos desayunamos con la noticia de la primera colocación de bonos en la era de Claudia Sheinbaum como presidenta de México. La deuda que se colocó en el mercado financiero fue por 8 mil 500 millones de dólares que pagarán tasas de interés anual que van del 6 por ciento al 7.38 dependiendo del vencimiento del bono, los más baratos son a 5 años por 2 mil millones de dólares, otro por 4 mil millones de dólares a 12 años y uno más por 2 mil 500 millones de dólares a 30 años.
En el año 2024 “el gobierno más honesto de la historia” según el entonces presidente de México, colocó otro bono de deuda pública por 7 mil 500 millones de dólares. Ambas colocaciones en el mercado financiero suman 16 mil millones de dólares, esa cantidad de dinero se convierte aproximadamente en 320 mil millones de pesos. Es decir, nuestro gobierno salió a colocar deuda pública porque no le alcanzan sus ingresos fiscales para cubrir los gastos presupuestados.
Por otra parte, en el desayuno de hoy me encontré con la nota de que el empleo formal solamente creció 1 por ciento en el 2024, el peor desempeño desde el 2020, año en que hubo pandemia. Si se compara con otros años, es el peor desempeño desde el 2009. Los 214 mil empleos que se generaron durante el año pasado representan un 67 por ciento menos de los generados durante el 2013, y para un año sin crisis económica es el peor año desde el 2003.
El Estado Mexicano es obeso, gasta mucho y gasta mal, tiene que endeudarse, sus políticas no logran que la economía crezca y ni generar los empleos que el país necesita. Les advertimos que este escenario se iba a presentar y ya es un hecho, la política cuatroteísta solo ocasiona pérdida de confianza en el país, menor crecimiento, menor generación de empleos. El incremento de la pobreza y la desigualdad serán los siguientes indicadores que un día aparecerán en el desayuno, solo es cuestión de que llegue el tiempo en que nadie le quiera prestar dinero a México y para eso no falta mucho.
Si usted amable lector piensa que la presidenta de México es más pragmática y menos tendientes a tomar decisiones por un impulso ideológico que su antecesor, más vale que vaya replanteando su punto de vista. Es evidente que la realidad económica requiere del capital privado para que se generen las inversiones y los empleos, sin embargo, lo único que ha hecho en forma tangible el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, es continuar con la agenda de reformas que ahuyentan los capitales.
Si a esas políticas le agregamos la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos con todas sus acciones anti inmigrantes, anti libre comercio y anti tráfico de drogas, el panorama se anticipa sumamente complicado. Yo no veo quien quiera venir a México con cuantiosas inversiones, el país ya no tiene instituciones sólidas que le den garantías a los inversionistas y probablemente ya no tendrá condiciones arancelarias tan favorables para el comercio con Estados Unidos.
Deberíamos de cerrarle la puerta en las narices al gobierno si nos sale con el cuento de que la mediocridad económica (o la crisis cuando llegue) es culpa de Trump. Eso es falso. La economía ya venía mal como consecuencia de malas decisiones tomadas en tiempos de López Obrador y ratificadas por la actual presidenta. Trump lo único que hará es evidenciar lo que está a la vista; la cuatroté es como el COVID, cuando se establece lo que hace es matar al organismo huésped, eso sí, sin darse cuenta.
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