El gobierno de Brasil ha expresado su indignación tras un incidente de maltrato a 88 migrantes brasileños deportados desde Estados Unidos. Los deportados llegaron a Manaos, en el estado de Amazonas, en un vuelo que, según las autoridades, tuvo un trato denigrante hacia los pasajeros.

La cancillería brasileña informó que los migrantes fueron transportados esposados y que el gobierno pedirá explicaciones al gobierno de Donald Trump sobre las condiciones en las que viajaron. En su cuenta de X, la cancillería brasileña detalló que se tratará de un "pedido de explicaciones sobre el trato denigrante recibido por los pasajeros".

Uno de los deportados, Edgar Da Silva Moura, técnico informático de 31 años, relató que durante el vuelo no se les ofreció agua, se les impidió ir al baño y fueron amarrados de pies y manos. Además, mencionó que varias personas se desmayaron debido al calor en la aeronave. Otro de los migrantes indicó que personas con problemas respiratorios pasaron horas sin aire acondicionado.

La ministra brasileña de Derechos Humanos, Macaé Evaristo, también denunció que algunos de los deportados eran niños con autismo o con algún tipo de discapacidad, quienes vivieron situaciones graves durante el vuelo.

El Ministerio de Justicia de Brasil ordenó la retirada inmediata de las esposas al aterrizar el avión y expresó su repudio por el trato recibido por sus ciudadanos. Aunque el hecho fue grave, una fuente oficial aclaró que la deportación no tiene relación con las políticas de deportación masiva anunciadas por Trump al inicio de su mandato.

Este vuelo formaba parte de un acuerdo bilateral entre Brasil y Estados Unidos de 2017, que sigue vigente y ya ha sido utilizado en otras ocasiones para repatriaciones.

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