Vecinos y comerciantes de la colonia San Alejandro han padecido la inseguridad, tras el cierre del Hospital General Regional Número 36 del IMSS en 2017, ya que los asaltos a transeúntes, robo de autopartes y atracos a comercios han sido constantes.
Blanca Corona, quien tiene más de 40 años trabajando en la zona, relató que en las calles aún hay movimiento por la Unidad Médica de Atención Ambulatoria del IMSS y por los trabajadores de la construcción del nuevo nosocomio.
Sin embargo, la actividad se concentra durante la mañana y por la tarde noche, porque después de las 19:00 horas todo queda desierto y los asaltantes aprovechan para cometer delitos.
“Se volvió muy pesada esta zona, y triste porque antes sí era más segura. Yo creo que porque había locales, había más gente, todo se echó a perder, se ha sufrido mucho de despojos”, dijo en entrevista para 24 HORAS.
Los hechos delictivos más recientes se cometieron en contra de los vendedores de jugos, a quienes les desmantelaron sus carritos y les robaron las licuadoras, extractores y todo su material de trabajo.
Otro atraco lo sufrió un médico hace un año, a quien lo estuvieron vigilando y posteriormente lo interceptaron calles adelante del nosocomio para robarle su vehículo deportivo, acusó una cuidacoches de la zona.
Mientras que, tras el cierre de negocios en 2017, los asaltantes abrieron los establecimientos para extraer mercancías y equipos, antes de desocuparlos.
“Abrieron muchos locales y todo es un desbarajuste, todo está horrible y aunque viene la gente a diálisis, ortopedia o a cirugías, se van luego y se queda desierta la zona”, explicó la trabajadora.
Los cuidadores de coches aseguraron que se retiran máximo a las 19:00 horas, porque no pueden luchar contra la inseguridad ni el robo de autopartes.
“A nosotros también nos da miedo, ya después de las 7 de la noche no nos hacemos cargo, hemos visto cómo les pegan, si a los albañiles que tienen fuerza les pegan, no me quiero imaginar a nosotros”, relató uno de ellos.