Las ventas de los comerciantes y ambulantes de las inmediaciones del Hospital San Alejandro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se desplomaron tras el cierre del nosocomio en 2017, luego del sismo del 19 de septiembre.

Maritza, vendedora de jugos, aseguró que las ventas en general cayeron más del 70 por ciento, cuando se detuvo el flujo de pacientes y trabajadores. Sin embargo, decidieron quedarse y volantear en la zona para atraer clientes.

“Cuando estaba el hospital había mucha gente, al caer, ya ni quien pasara, por eso fuimos muy pocos los que nos quedamos acá, prácticamente todos se fueron. El primer año todos sufrimos mucho, después se nos ocurrió la idea de hacer tarjetas y dárselas a los vecinos y así fue como nos levantamos, gracias al servicio a domicilio, porque acá ya ni quien llegue, pero antes definitivamente nos iba muy bien, aprendimos a buscar nosotros al cliente”, relató la mujer con más de 30 años vendiendo en la zona.

En un recorrido realizado por 24 HORAS, se constató que sobre la calle 10 Poniente y la Gran Avenida hay al menos seis locales vacíos y con grafitis, justo enfrente del antiguo acceso del área de urgencias del hospital, donde se ofertaban cemitas, pastelería, comida corrida y hasta una clínica para el tratamiento de la diabetes.

Blanca Corona, trabajadora del área, resaltó que los comerciantes esperaron cerca de seis meses para bajar sus cortinas, con la expectativa de que mejorara la situación económica.

“Ahí vamos, esperando recuperarnos algún día ¡Cuántos comercios cerraron completamente! No salía para la renta, ni para el pago de empleados, tardaron como medio año para ver si mejoraba la cosa, porque decían que se iba a recuperar rápido”, comentó en entrevista.

Además, especificó que una pastelería localizada frente al nosocomio no cerró sus puertas ya que no pagan renta, no obstante, sí despidieron a sus trabajadores al no poder cubrir sus sueldos.

Otro negocio de venta de birria, con más de 10 años de servicio, subsistió por los clientes que acuden los fines de semana.

En la esquina de 10 Poniente y 29 Norte, otros comercios como papelerías y farmacias mantuvieron sus ventas, en medio de al menos 10 comerciantes ambulantes que ocupan las calles, antes muy cotizadas.

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