Claudia Sheinbaum, presidenta de México, respondió a las acusaciones sobre el uso de drones de la CIA en el espacio aéreo mexicano asegurando que todo forma parte de una "campañita". Los drones MQ-9 Reaper, conocidos como Predator B, se han utilizado en diversas misiones internacionales, incluyendo la frontera entre México y Estados Unidos, para espiar a los cárteles mexicanos y detectar laboratorios de fentanilo.
Medios estadounidenses como CNN y The New York Times han reportado que la CIA ha enviado estos drones a México para detectar actividad relacionada con el narcotráfico. Según los informes, los drones MQ-9 han estado sobrevolando territorio mexicano sin violar el espacio aéreo nacional, lo que fue confirmado por el general Ricardo Trevilla de la Secretaría de la Defensa Nacional. A pesar de la controversia, la presidenta Sheinbaum minimizó el tema, indicando que se trataba de una estrategia mediática.
Los drones MQ-9 Reaper están activos desde 2007 y han sido utilizados principalmente por la Fuerza Aérea de Estados Unidos y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Sin embargo, en esta ocasión, se informó que la CIA estaba operando estos vuelos de espionaje, generando preocupaciones sobre la violación de la soberanía nacional de México.
Mientras tanto, la Guardia Nacional continúa su trabajo en la frontera sur con el despliegue de 10,000 elementos, como parte de los acuerdos con Estados Unidos para frenar el tráfico de drogas y migrantes ilegales. La polémica por los drones de espionaje sigue generando debate sobre la colaboración militar entre ambos países.