La muerte de Alejandra Rodríguez Ríos, ocurrida el pasado 12 de julio dentro del Hospital General de Izúcar de Matamoros (HGIM), ha despertado fuertes señalamientos de presunta negligencia médica y una ola de críticas hacia el funcionamiento del centro hospitalario y sus autoridades directivas.
Según la versión de los familiares, Alejandra ingresó por primera vez al hospital el 9 de julio debido a complicaciones durante el trabajo de parto, pero fue dada de alta poco después. Tres días más tarde, volvió a ingresar de emergencia por un sangrado intenso, sin que el personal médico pudiera estabilizarla. Murió la tarde del mismo día.
Alejandra, madre de tres hijos —entre ellos una recién nacida—, quedó sin recibir respuestas claras sobre el seguimiento médico que debió garantizarse tras su primera atención. El hecho ha sido descrito por su familia como una cadena de omisiones médicas y administrativas.
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Traslado del cuerpo a Puebla por cierre de Semefo en Izúcar
El cuerpo de Alejandra fue levantado por la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) y trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) en la ciudad de Puebla, ya que la sede local en Izúcar permanece cerrada desde mayo de este año por trabajos de limpieza y remodelación.
Familiares exigen justicia y respuestas
Hasta el momento, no hay un pronunciamiento oficial por parte de las autoridades sanitarias estatales ni del propio hospital. La familia de Alejandra exige una investigación exhaustiva, sanciones correspondientes y garantías de que otras mujeres no sufran una tragedia similar.
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