Por Mario Galeana
Las aspiraciones de la diputada federal Xitlalic Ceja García por conseguir la candidatura del PRI al gobierno municipal de Puebla en 2018 tienen como asidero los distritos locales X y XI de la capital: las zonas con los más altos índices de consumo de sustancias prohibidas, inseguridad, marginación, pobreza, pandillerismo y, desde 1994 hasta 2015, muchos, muchísimos triunfos electorales del tricolor.
En los últimos 20 años, el PRI obtuvo victorias electorales en cinco de los siete comicios federales disputados en aquellas zonas.
El último fue, de hecho, el de Ceja García, quien bajo el brazo operador del ex gobernador Mario Marín Torres, quien la situó como líder de la comunidad en la junta auxiliar de San Miguel Canoa, alcanzó un total de 27 mil 833 votos, resultado que trajo consigo una curul en la Cámara de Diputados.
La racha priista en ambas zonas, ubicadas al centro y al noreste de la capital, sin embargo, quedó cortada de tajo durante los últimos comicios locales.
Ceja García, operadora durante el proceso electoral de este año en ambos distritos, donde se ubica el 35% de las colonias y juntas auxiliares consideradas “de riesgo y atención prioritaria” por el Centro de Integración Juvenil (CIJ), hizo caer al PRI de bruces frente al PAN.
En el distrito X, por ejemplo, el gobernador electo, José Antonio Gali Fayad, logró 36 mil 343 votos a su favor, mientras que la ex candidata por el PRI, el Verde Ecologista de México (PVEM) y Encuentro Social (PES), Blanca Alcalá Ruiz, consiguió apenas 18 mil 447 votos.
En el distrito XI, por otra parte, el ex alcalde capitalino consiguió 29 mil 452 sufragios más, mientras la priista obtuvo 18 mil 801.
La fallida operación electoral de Xitlalic Ceja García se tradujo en un abismo: 28 mil 547 votos de diferencia entre el gobernador electo y la malograda ex candidata priista.
Además de la movilización de operadores electorales, la diputada federal priista tuvo a su cargo la elaboración de un análisis seccional para determinar el eje discursivo y las promesas que se lanzarían en cada una de las casi 117 colonias y juntas auxiliares que agrupan ambos distritos.
Esta labor fue compartida con el diputado local y ex líder municipal del PRI en la capital, Pablo Fernández del Campo. Pero las disputas, reveladas por el periodista y colaborador de 24 Horas Puebla, Ricardo Morales Sánchez, surgieron antes siquiera del arranque formal del proceso electoral.
De acuerdo con el periodista, Fernández del Campo expresó su molestia ante el nulo apoyo que Ceja García otorgaba a favor de la ex candidata Alcalá Ruiz.
Y no fue el único desencuentro que Ceja García mantuvo a lo largo de la campaña con sus correligionarios.
De acuerdo con fuentes al interior del tricolor, a lo largo de la fallida campaña electoral del PRI, la legisladora mantuvo enfrentamientos con la ex diputada federal Blanca Estela Jiménez Hernández, con quien compartía la planificación de las labores del acarreo de votantes, durante la jornada electoral del 5 de junio pasado.
El resultado de la errada operación de Ceja García quedaría, a la postre, sepultado con los resultados oficiales de las autoridades electorales. Y, quizá, también su asidero rumbo a la contienda del 2018.
