Donald Trump cumple seis meses en la Casa Blanca, enfrentando tensiones con su base política por decisiones polémicas en migración, comercio exterior y el manejo del caso Epstein.
El presidente Donald Trump vivió uno de los momentos más inusuales de su mandato no por el Congreso o los tribunales, sino por el creciente desencanto en su base de seguidores.
Las tensiones se profundizaron tras la publicación de un memorándum del FBI y el Departamento de Justicia, que descartó conspiraciones en torno a Jeffrey Epstein y negó la existencia de una lista de clientes.
Trump calificó las sospechas como un “engaño demócrata” y desestimó las teorías de conspiración. Sin embargo, el ala dura del movimiento Make America Great Again (MAGA) exigió transparencia inmediata.
Bajo presión, el mandatario instruyó a la fiscal general Pam Bondi a liberar el testimonio del gran jurado, una concesión poco habitual hacia su base más leal.
Las fisuras no se limitan al caso Epstein. Trump también enfrenta críticas por su apoyo a Israel, los ataques a Irán y el envío de armamento a Ucrania.
Además, su sugerencia de excluir a ciertos trabajadores indocumentados de las deportaciones generó rechazo entre los sectores más duros del movimiento conservador.
En el plano legislativo, Trump logró impulsar su megaproyecto fiscal, acompañado de severos recortes presupuestarios. Sin embargo, expertos proyectan que la medida aumentará el déficit en 2.8 billones de dólares.
El mandatario también rompió relaciones con Elon Musk, quien lo acusó de interferencias en el Departamento de Eficiencia Gubernamental y de vínculos indirectos con el caso Epstein.
Estas fracturas internas podrían influir decisivamente en los próximos meses del segundo mandato de Trump.

