La inflación general en México sorprendió en la primera quincena de julio, al ubicarse en 3.55%, por primera vez en cinco mediciones, por debajo del límite superior del 4% fijado por el Banco de México (Banxico). Este retroceso es considerado la menor tasa inflacionaria registrada en una década para el mismo periodo, de acuerdo con datos del Inegi.
La caída se explica por una disminución notable en los precios de frutas, verduras y mercancías, factores que mantenían la inflación presionada. Aunque se reportaron incrementos en servicios turísticos y transporte aéreo debido a la temporada vacacional, estos fueron compensados por el abaratamiento de productos como pollo (-1.79%), uvas (-12%) y pañales (-2%).
Para Grupo Financiero BX+, esta tendencia abre la puerta a un recorte en la tasa de interés por parte de Banxico en su próxima decisión de agosto, aunque se anticipa que los ajustes serán más moderados, de no más de 50 puntos base. Alejandro Saldaña, economista en jefe de BX+, señala que la desaceleración se debe también a la baja en energéticos y a la comparación con precios elevados del año pasado.
Por su parte, Banamex estima que la inflación general anual podría cerrar 2025 en 4% y la subyacente en 3.9%, con una expectativa de descenso gradual en los próximos meses, debido a una relajación en el mercado laboral y menores presiones en el sector servicios.
El componente no subyacente, relacionado con productos agropecuarios y energéticos, mantendría cierta volatilidad, aunque el acuerdo para limitar el precio de la gasolina de bajo octanaje contribuirá a evitar picos significativos.
Esta reducción inflacionaria se da en medio de tensiones comerciales internacionales, principalmente con Estados Unidos, y una apreciación moderada del peso mexicano, factores que han influido en la estabilización de los precios al productor.

