En Puebla capital, la percepción de inseguridad afecta al 74.5% de los habitantes, pese a variaciones en la incidencia delictiva oficial, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU).

El reporte de marzo de 2025 revela que tres de cada cuatro poblanos consideran insegura la ciudad, un nivel superior al promedio nacional (61.9%). Aunque la incidencia delictiva muestra variaciones mínimas, el miedo se ha instalado en la vida cotidiana, modificando hábitos y rutinas.

Factores que alimentan el temor

Los delitos más frecuentes son robo (56.9%), violencia familiar (13.3%) y amenazas (10.8%), según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. A esto se suma el deterioro urbano: 68% reporta fallas en alumbrado público y la falta de vigilancia regular en colonias.

La desconfianza institucional agrava el problema: solo 3% confía en la policía preventiva y más del 50% denuncia actos de corrupción tras interactuar con autoridades.

Voces y realidades

En colonias como Xonacatepec y Bosques del Pilar, vecinos han modificado su estilo de vida para reducir riesgos. “La situación se siente cada vez más violenta”, dice Joselin García, residente desde hace cuatro años.

El Dr. Tadeo Luna de la Mora, del Laboratorio para la Paz de IBERO Puebla, advierte que el fenómeno se complejiza por la “deslocalización del peligro”, que rompe con la idea de que el delito solo ocurre en zonas marginadas. Incluso Lomas de Angelópolis ha registrado balaceras y homicidios.

Luna subraya que la inseguridad requiere políticas integrales, que no obliguen a los ciudadanos a ceder derechos a cambio de seguridad.

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