Europa redobló la presión diplomática para que Ucrania participe en la cumbre que sostendrán Donald Trump y Vladimir Putin el próximo 15 de agosto en Alaska. El encuentro busca una salida al conflicto iniciado por la invasión rusa de 2022.
Líderes de la Unión Europea advirtieron que cualquier acuerdo sin Kiev sería inaceptable. El embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker, señaló que la asistencia de Volodimir Zelenski es “posible”.
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El rechazo europeo surgió ante el temor de que Washington y Moscú negocien un pacto con concesiones territoriales a Rusia, como sugirió Trump al mencionar un “intercambio de territorios para beneficio de ambos”.
Zelenski respondió que Ucrania no entregará su territorio al ocupante y advirtió que no aceptará decisiones tomadas “en nuestra contra” sin participación directa.
En una declaración conjunta, líderes como Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Friedrich Merz, Donald Tusk, Keir Starmer y Ursula von der Leyen respaldaron el esfuerzo diplomático de Trump, pero ratificaron el apoyo militar y financiero a Kiev. También enfatizaron la importancia de mantener sanciones contra Moscú.
Advirtieron que cualquier acuerdo debe incluir a Ucrania y a la Unión Europea, ya que se trata de la seguridad de todo el continente.
El conflicto, que ha causado miles de muertos y millones de desplazados, sigue sin perspectivas de resolución. Rusia exige la anexión definitiva de cinco regiones ocupadas (20% del territorio ucraniano) y que Kiev renuncie a la OTAN y a armas occidentales.
Por su parte, Zelenski exige la retirada total rusa y garantías de seguridad, manteniendo así a ambas partes en posiciones irreconciliables.
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