Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, calificó como una “victoria personal” para Vladimir Putin la próxima cumbre con Donald Trump en Alaska. Aseguró que la visita rompe su aislamiento internacional.
Según Zelenski, el encuentro podría frenar nuevas sanciones de Washington y modificar la percepción sobre la guerra en Ucrania desde la invasión rusa iniciada en febrero de 2022.
El mandatario ucraniano señaló que fuerzas rusas avanzaron hasta diez kilómetros en sectores del frente. Estos movimientos buscan fortalecer la narrativa de que “Rusia avanza” y “Ucrania pierde” previo a la reunión.
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Aclaró que las unidades rusas carecen de equipo pesado y serían neutralizadas. Rechazó cualquier retirada en Donbás, al advertir que ceder territorio alentaría futuras ofensivas militares de Moscú.
La reunión en Anchorage ha generado especulación sobre un posible acuerdo territorial, propuesta que Kiev y sus aliados europeos han rechazado de forma tajante.
Entre las exigencias rusas figuran el reconocimiento de la anexión de Crimea, la cesión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, el fin del suministro de armas occidentales y la renuncia a la OTAN.
Kiev demanda la retirada total de las tropas rusas y garantías de seguridad internacional. Marco Rubio aseguró que la cita “no es una concesión” para Trump, mientras que Karoline Leavitt dijo que busca “poner fin a esta guerra”.
En el frente, el ejército ucraniano reportó avances rusos cerca de Pokrovsk, en Donetsk, impulsados por su superioridad numérica y armamento. Zelenski advirtió sobre nuevas ofensivas en tres sectores estratégicos.
La cumbre en Alaska será decisiva para la diplomacia internacional y el equilibrio militar en Ucrania, donde tanto el terreno como la narrativa son armas clave en disputa.
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