Hace dos meses, colonos de la Nueva Alemania, en Cuautlancingo, decidieron suspender las vigilancias nocturnas tras una ola de robos, luego de que las autoridades instalaron cámaras de videovigilancia en la zona.

Sin embargo, los vecinos amagaron con reactivar las guardias civiles para suplir la vigilancia policial, en caso de que aumente la incidencia delictiva.

Tras dos semanas de realizar rondines nocturnos, los vecinos lograron la instalación de dispositivos conectados al sistema de monitoreo del Complejo Metropolitano de Seguridad Pública C5.

"La cámara nos la pusieron porque sabían que si agarrábamos a la persona la íbamos a linchar", señaló Eliseo Flores, vecino de la calle Las Flores.

El colono dijo que saben quiénes son los delincuentes, pero no quieren denunciarlos, solo evitar que afecten su tranquilidad y patrimonio, advirtiendo que, de lo contrario, actuarán.

“Dejamos de hacerlo porque nos pusieron las cámaras, llega la Guardia Nacional y la Policía, pero seguimos vigilando”, agregó.

Además, advirtió que, si vuelven los delitos, saldrán a las calles y harán justicia por propia mano.

Con las cámaras, los vecinos pueden identificar vehículos y personas, pues tienen amplio alcance en varias calles.

Pese a la vigilancia, admitieron un “efecto cucaracha” con aumento de delitos en avenidas principales y terrenos baldíos.

En marzo, estuvieron a punto de linchar a presuntos ladrones que marcaban viviendas con gis para robarlas.

Aunque los rondines eran hasta las 3:00 horas, los delincuentes esperaban para entrar a las casas.

Actualmente, mantienen alerta vecinal y colocan videocámaras para detectar asaltantes.

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