El regreso a clases 2025 generará una derrama económica nacional de 125 millones de pesos, impulsada por más de 24 millones de estudiantes que volverán a las aulas el próximo 1 de septiembre.
De acuerdo con APPcelerate, especializada en analítica geoespacial, el fenómeno refleja el avance de la omnicanalidad, estrategia que adoptará el 68% de los consumidores mexicanos para realizar sus compras escolares.
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En el Estado de México y Nuevo León, el porcentaje alcanzará 69% y 71%, respectivamente. En contraste, 17% de los capitalinos acudirá a tiendas físicas, mientras que 13% se limitará al canal digital.
Los útiles escolares representan entre 17% y 28% del presupuesto familiar. Les siguen uniformes y calzado, con una participación de entre 17% y 21%. La tecnología educativa alcanza un 12% del gasto.
Entre los productos más buscados destacan laptops, tabletas, celulares e impresoras, reflejo de una tendencia creciente en la integración de herramientas tecnológicas al entorno académico en todos los niveles escolares.
En promedio, las familias mexicanas destinan 7,500 pesos en gastos relacionados con el inicio del ciclo escolar, considerando útiles, inscripciones, uniformes, calzado y dispositivos electrónicos de apoyo al aprendizaje.
Sin embargo, el regreso a clases no solo significa inversión. La firma de ciberseguridad ESET alertó sobre el aumento de fraudes digitales, que afectan a padres, estudiantes y personal educativo.
Los ciberdelincuentes aprovechan la temporada para lanzar estafas en línea, como páginas falsas de descuentos o promociones fraudulentas, representando un riesgo adicional en este periodo de alto consumo.
La combinación entre consumo presencial, digital y riesgos cibernéticos convierte al regreso a clases en un desafío tanto para las familias mexicanas como para el sector comercial y educativo.
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