La directiva de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Lisa Cook, rechazó la orden de Donald Trump para destituirla, argumentando que el presidente carece de autoridad legal.
Trump publicó una carta anunciando su “despido con efecto inmediato”, acusándola de realizar declaraciones falsas en sus créditos hipotecarios, lo que constituiría “causas suficientes” para su salida del cargo.
Cook respondió: “No voy a renunciar”. Es la primera mujer afroestadounidense en la junta directiva de la Fed, y su abogado, Abbe Lowell, aseguró que tomarán medidas legales contra el intento presidencial.
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El abogado señaló que el mandatario no tiene poder para deponer miembros de la Fed, ya que la ley establece que solo pueden ser removidos por una causa justificada.
Trump basó su decisión en una denuncia de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), que lo respalda políticamente. Según la acusación, Cook declaró tener dos residencias principales en Michigan y Georgia.
Aunque no ha sido acusada de ningún delito, Trump alegó que estas supuestas declaraciones muestran “negligencia grave” y cuestionan su credibilidad como reguladora financiera.
La senadora Elizabeth Warren calificó la medida como un acto autoritario que viola la Ley de la Reserva Federal y afirmó que debe ser anulada en los tribunales.
Trump ha intensificado sus presiones hacia la Fed en 2025, criticando al presidente Jerome Powell por no reducir antes las tasas de interés, pese a los indicadores de inflación.
Cook, quien asumió el cargo en 2022 y fue reelegida en 2023, previamente formó parte del Consejo de Asesores Económicos de Barack Obama, consolidándose como figura clave en la política monetaria.
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