El Centro de Readaptación Social (Cereso) de Acatlán de Osorio se ha convertido en un inesperado taller de arte, donde 81 internos transforman plástico, madera e hilo en artesanías únicas que ya han cruzado fronteras. Entre las piezas destacan rosarios, escudos nacionales, llaveros, bolsas y pulseras tricolores, algunas de las cuales fueron enviadas a Estados Unidos, debido a su originalidad y carga cultural.
El pedido más reciente fue de 192 pulseras que se enviaron al extranjero, informó Gabriela Caloca Castañeda, responsable del Área Laboral del penal. Además, los internos reciben encargos personalizados, con diseños exclusivos que responden a la idea del cliente, y que pueden adquirirse tanto al mayoreo como al menudeo.
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Lo más destacado es que todos los artesanos cuentan con certificación del Instituto para la Capacitación del Trabajo del Estado de Puebla (ICATEP), lo que les permite crear piezas de mayor valor como percheros, mesas de centro, roperos y comedores. Estas creaciones no solo muestran la rehabilitación a través del arte, sino que también generan ingresos para los internos y sus familias, todo bajo un registro estricto que garantiza transparencia en cada venta.
Las artesanías pueden adquirirse directamente en la palapa instalada entre el Cereso y la presidencia municipal de Acatlán, de lunes a viernes en un horario de 9:00 a 16:00 horas. También existe un catálogo digital disponible en la página oficial de Facebook del Cereso.
Con cada pieza, los internos de Acatlán no solo construyen objetos, sino que tejen historias de resiliencia y esperanza, que hoy ponen el nombre de Puebla más allá de sus fronteras.
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