ROCÍO GARCÍA
1º de septiembre del 2025. Fecha que será recordada por eventos de la más alta importancia para el país.
Inician funciones las personas que integran el Poder Judicial Federal a pesar de las múltiples irregularidades que se documentaron durante el proceso y en el día de la jornada electoral. En el registro histórico de esta primera elección del Poder Judicial Federal quedarán: los “acordeones”, la falta de escucha y el cierre de ojos de todas las autoridades en la materia.
Rindieron protesta ante el Senado: nueve ministros, 881 juzgadores, entre magistrados/as y jueces/zas de diversos Tribunales: Disciplina Judicial, Electoral del Poder Judicial de la Federación, Salas Regionales y Distritos, de quienes esperamos que justo este inicio tan poco aseado que dio origen a sus nombramientos, sea un acicate para demostrar que en poco tiempo lograrán el tan añorado acceso a una justicia pronta y expedita y que asumirán con autonomía, inteligencia y responsabilidad sus nuevos cargos.
En esta misma fecha inició también el primer período de sesiones correspondiente al segundo año legislativo del Congreso de la Unión, tanto de la Cámara de Senadores como de la Cámara de Diputados.
En ambas Cámaras iniciarán también los trabajos con nuevas presidencias de Mesas Directivas electas. Para fortuna de todas, todos, una nueva presidencia tendrá la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores en la persona de Laura Itzel Castillo. Al cierre de esta colaboración, aún no definían quién llevará la presidencia de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados que corresponde a la representación del Partido Acción Nacional (PAN), que será ocupada por alguna de las personas propuestas: Margarita Zavala, Kenia López, Germán Martínez o Federico Döring.
En ambas Cámaras esperamos una conducción prudente, madura, democrática, ya que por obvias razones todas, todos ellos, tuvieron que seguir la conducción de un hombre que se convirtió en la imagen más representativa de lo que seguro no quisieran, pero pareciera van en camino de convertir al segundo piso de la cuarta transformación: prepotencia; abusos de poder; confrontaciones; injurias; autoritarismo; ofensas; agresiones y violencias verbales a sus pares, a periodistas y a ciudadanos y ciudadanas; enriquecimientos; mentiras; soberbia; consecuencias indubitables en el ejercicio de la política que degradan y que han ocasionado visibles fisuras y rupturas no solo al interior del partido oficial por la falta de coherencia y contradicciones de personajes de la autollamada cuarta transformación; también reacciones entre los partidos opositores ocasionando esas deprimentes imágenes que todas, todos vimos.
Decía mi abuela “siembra vientos y cosecharás tempestades.”
Sin duda y coincido con las voces que han señalado que perdió el país con estos actos condenables, vergonzosos y reprobables, todos; pero también la sociedad en su conjunto ha perdido con las narrativas diarias que sólo han acumulado agravios y la han polarizado.
Y lamentablemente toda esta degradación acumulada de la política que hoy abandera la cuarta transformación del partido oficial Morena, se presenta en el contexto del siguiente de los eventos de alta importancia en esta misma fecha, por ser el primero de los informes de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, que si bien llega según encuestas con una aprobación del 70%, lo eclipsa tantos hechos protagónicos debidamente documentados que en el último año han caracterizado sus compañeros y compañeras de partido, que ocupan los principales cargos de representación política y de Gobierno y que no le abonan nada positivo. A veces olvidamos que las lecciones de la historia son claras.
Atentas estaremos a que el balance del primer año de Gobierno, refleje el buen desempeño en el ejercicio de gobernar y que se aleje de una vez por todas de esas políticas de confrontación y de judicialización de la política, para dar paso al impulso de transformaciones verdaderamente sustantivas.
1º de septiembre de 2025, tres eventos de la más alta importancia en la vida política del país.

