El consejero de Donald Trump, Stephen Miran, se convirtió oficialmente en gobernador de la Reserva Federal (Fed) tras ser confirmado por un estrecho margen en el Senado estadounidense.
Miran juró el cargo este martes y se incorporó de inmediato a la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), donde tendrá uno de los 12 votos decisivos.
La confirmación reflejó la polarización política. Fue aprobado con 48 votos a favor y 47 en contra, con la senadora republicana Lisa Murkowski sumándose a los demócratas en rechazo al nombramiento.
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El contexto es complejo. Trump ha incrementado su presión sobre el presidente de la Fed, Jerome Powell, exigiendo recortes más profundos en las tasas de interés para estimular la economía.
Analistas advierten que ceder a tales presiones podría desestabilizar los mercados financieros y alimentar la inflación, en un momento de señales mixtas en el PIB y los precios al consumidor.
Aunque Miran cuenta con un solo voto, su cercanía con Trump genera inquietud sobre si respaldará recortes agresivos. Inversionistas temen que la independencia de la Fed se vea comprometida.
Para reducir dudas, Miran informó que tomará licencia de su cargo como presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, sin goce de sueldo.
Sin embargo, la ofensiva de Trump contra la gobernadora Lisa Cook, a quien busca destituir bajo acusaciones de fraude, refuerza las preocupaciones sobre el rumbo de la institución.
El desenlace de la actual reunión del FOMC marcará el primer voto de Miran en política monetaria, con posibles efectos en la confianza de inversionistas y el crecimiento económico estadounidense.