Los mercados de la ciudad de Puebla se han caracterizado por gestar diferentes delitos como narcomenudeo, extorsión, cobro de piso, homicidios y la disputa entre grupos delictivos por el control del territorio.
Rodolfo Tadeo Luna de la Mora, académico investigador y coordinador del Laboratorio de Paz con Reconciliación de la Universidad Iberoamericana Puebla (Ibero), reconoció que dichos inmuebles son propicios para que grupos delincuenciales planeen delitos, aprovechando la infraestructura y el flujo económico.
“Los mercados son zonas grises, donde se desarrollan economías que van desde lo legal a lo ilegal, pero que más bien son los grupos de delincuencia organizada quienes utilizan estos espacios para poder mover sus mercancías en términos generales y para generar otro tipo de delitos”, afirmó.
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El especialista resaltó que la ausencia de vigilancia policial permite que se tiendan redes criminales que no se detectan, tanto en lo delictivo como en lo económico, ya que no se regulan las ganancias.
“En los últimos años, en los mercados, las autoridades han aplicado estrategias reactivas, cuando pasa un caso que se menciona en los medios, la autoridad reacciona y entonces no hay un plan de fondo para prevenir la inversión de la delincuencia organizada”, afirmó.
Sin embargo, puntualizó que los comerciantes son víctimas de los grupos criminales y de las organizaciones sociales que también les cobran piso.
“No sólo de droga, de mercancías y de personas. Cada vez queda más claro esta cuestión de extorsión o de las cuotas que les piden a los vendedores menos favorecidos o que no participan en estas redes de poder, se quedan en desigualdad frente a estas organizaciones”, mencionó.
El gobernador Alejandro Armenta Mier ha señalado en diferentes ocasiones que organizaciones como la 28 de Octubre son gestoras de actos delictivos como venta de mercancía pirata, cobro de piso y narcomenudeo.
Ha reiterado que tiene pruebas suficientes para demostrar su incursión en diferentes ilícitos, al descartar una cacería política en su contra.
¿CRIMINALES O LOCATARIOS?
Daniel G, elemento de la Policía Estatal, destacó que los mercados son propicios para delinquir debido al flujo de gente y a que los presuntos delincuentes pueden inmiscuirse entre los grupos de comerciantes y cubrir sus actividades.
“Son bombas de tiempo, se deben emprender operativos para despresurizarlos porque tiene años que delinquen desde ahí, son la careta perfecta para ir tejiendo sus redes sin levantar sospechas y, ya que están sólidos, escalan el tipo de delitos en los que participan”, reconoció.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSP), Francisco Sánchez González, reconoció que incrementarán los operativos por el cobro de piso entre los comerciantes, práctica que ha sido denunciada principalmente en el Mercado Hidalgo y en el Tianguis La Cuchilla.
Las autoridades tienen identificados ambos sitios como puntos de generación de violencia y delitos en contra de transportistas, así como la existencia de bodegas y venta de mercancía robada.
De acuerdo con estudios del ayuntamiento de Puebla, en los mercados Hidalgo y Unión se registraban una cuarta parte de las compras en la capital, por lo que en promedio acuden cerca de 40 mil compradores cada semana.
HISTORIAL DELICTIVO
En junio de este año, tras un enfrentamiento entre policías municipales y presuntos integrantes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre, cuatro personas resultaron lesionadas, entre ellos un uniformado.
En la misma semana, fue encontrado un cadáver con un narcomensaje, el cual relacionaba el homicidio con el cobro de piso.
Recientemente, los mercados 5 de Mayo en el Centro Histórico y Xonaca, al norte de la ciudad, han estado en la mira de las autoridades.
A finales de agosto, en menos de 72 horas, tres cadáveres fueron encontrados, uno de ellos en el callejón de la 18 Poniente y otros dos más emplayados sobre las calles 16 Poniente y la 3 Norte, cerca del primer mercado.
Mientras que el 15 de septiembre fue encontrado otro cuerpo frente al Parque de Analco con otro narcomensaje, quien presuntamente era un comerciante de productos lácteos en el Mercado Morelos.
Entre el 2018 y el 2023, este último centro de abasto vivió una de las épocas más violentas luego de que José Christian N, El Grillo, lo utilizó como guarida para dirigir secuestros, homicidios, extorsiones y narcomenudeo.
En diferentes operativos registrados en el sitio, se halló una fosa clandestina en abril de 2019, desde la cual se extrajeron ocho cuerpos que después fueron arrojados en la junta auxiliar de Chachapa, en el municipio de Amozoc.
Solamente el pasado 3 de junio, otro cuerpo fue localizado dentro de un costal arrojado en la calle 46 Norte, en inmediaciones del Morelos, donde personal de la Fiscalía General del Estado levantó el cadáver.
Al respecto, la comerciante Marisela Rivera, quien solía vender alimentos, decidió retirarse del lugar ante el incremento de la violencia y la caída en las ganancias.
“Tenían todo muy calculado, estaba vigilado por todos lados, nos vendieron la idea de poner cámaras en los pasillos para que fuera uno más vigilados, pero más bien era para tener el control absoluto de todo; en su oficina tenían una pantalla con todas las imágenes para ver qué pasaba y en los estacionamientos tenía a sus halcones”, recordó la exlocataria.