Lewis Hamilton enfrenta uno de los momentos más tristes de su vida tras la muerte de Roscoe, su bulldog inglés, que luchó varios días contra una neumonía.
El siete veces campeón mundial confirmó que Roscoe sufrió un paro cardiaco mientras los veterinarios lo sedaban para realizar estudios, y aunque fue reanimado, permaneció en coma inducido conectado a soporte vital.
Durante cuatro días, Hamilton permaneció junto a su mascota, tomando finalmente la dolorosa decisión de dejarlo partir. “Me rompió el corazón decirle adiós”, escribió en sus redes sociales.
El piloto británico canceló una prueba de neumáticos de Pirelli en Mugello y otros compromisos para acompañar a Roscoe en sus últimos momentos, demostrando el fuerte vínculo que compartían.
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Roscoe tenía doce años y formaba parte de la vida de Hamilton desde 2013, acompañándolo en paddocks, eventos internacionales y campañas de concientización, convirtiéndose en una celebridad con más de 1.3 millones de seguidores.
Hamilton describía a Roscoe como un apoyo incondicional, tratándolo como familia. En 2020 ya enfrentó la pérdida de Coco, otro de sus perros, haciendo este momento aún más emotivo y difícil.
La comunidad del automovilismo reaccionó con mensajes de solidaridad. Escuderías, pilotos y aficionados enviaron condolencias, y la cuenta oficial de la Fórmula 1 lo despidió como “una verdadera estrella del paddock”.
Este 29 de septiembre, Hamilton y sus seguidores despiden a un compañero que acompañó al piloto en victorias, derrotas y momentos personales, dejando una huella imborrable en el corazón de los fans.