El Super Bowl no solo es el evento deportivo más visto en Estados Unidos, también se ha convertido en un espectáculo global donde la música juega un papel protagónico.

El show de medio tiempo reúne a millones de espectadores, generando expectativas que van más allá del resultado deportivo. Para los artistas, significa entrar a la historia de la cultura pop.

Gloria Estefan encabeza la lista con tres apariciones: 1992, 1995 y 1999. Su estilo versátil abrió el camino para la música latina en el Super Bowl, combinando soul, salsa y swing.

Justin Timberlake debutó en 2001 y regresó en 2004 y 2018, consolidándose como uno de los artistas más identificados con el escenario del Super Bowl, pese a la polémica de 2004.

Bruno Mars sorprendió en 2014 y volvió en 2016 con Coldplay y Beyoncé, mostrando su talento como showman y su capacidad para conectar con el público global.

Usher debutó como invitado en 2011 y regresó en 2024 como cabeza de cartel, combinando R&B, coreografía y colaboraciones con Alicia Keys y Lil Jon.

Kendrick Lamar hizo su primera aparición en 2022 y volvió en 2025 como protagonista, reafirmando su poder lírico y su influencia en el hip-hop a nivel internacional.

Nelly y Stevie Wonder también repitieron, dejando un legado de pop, hip-hop y soul que sigue siendo referencia obligada para nuevas generaciones.

Estos artistas demuestran que el medio tiempo del Super Bowl es más que entretenimiento: es un escenario donde la historia de la música se sigue escribiendo y el público global conecta con cada actuación.


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