‘Como botarga’
Cuestionado sobre las críticas que la excandidata presidencial, Xóchitl Gálvez, lanzó en la red social X respecto al uso de bolsas color guinda, alusivas a Morena, para la entrega de ayuda a las personas damnificadas por las lluvias en el municipio de Zihuateutla, el gobernador del estado, Alejandro Armenta, respondió a su excompañera en el Senado de la República, a quien dijo conocer muy bien, incluso “como botarga”. No obstante, aclaró que lo mencionaba sólo como referencia y que no estaba diciendo “nada grosero”. El mandatario reaccionó así ante la conducta de los “amigos azules”, en alusión a los integrantes del Partido Acción Nacional, a quienes acusó de lucrar con la tragedia ocurrida en la Sierra Norte de Puebla y en los estados de Veracruz, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí tras las intensas lluvias de hace una semana. “Pedirle a los partidos anti-4T que no lucren es como pedirle a una persona dedicada a la propaganda que no haga montajes”, aseguró Armenta Mier este miércoles. Y es que, como ha sucedido en gobiernos anteriores, el partido en el poder recurre al uso de su imagen institucional en colchonetas, despensas e incluso tinacos, al estilo de aquellos Rotoplas azules que repartían los panistas. Lo dicho: esto no es asunto de partidos, así funciona la llamada democracia mexicana, que politiza el dolor, normaliza el clientelismo y, en última instancia, hace que todos los miembros de la clase política terminan por reconocer que participan del mismo juego, mientras se acusan entre sí de ser los tramposos. ¿Será?
Narcodespensas
Las imágenes de presuntos miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación repartiendo despensas entre damnificados en Veracruz, Puebla y otros estados parecen más un acto de propaganda criminal. El consultor de seguridad, David Saucedo, aseguró que células delictivas aprovechan el vacío institucional después de la contingencia, presentando imágenes del reparto de alimentos en el municipio veracruzano de Tihuatlán, aunque no se muestra nada que corresponda al territorio poblano. Para algunos, la figura del “narco benefactor” se impone donde el Estado perdió presencia. Nada más terrible. Detrás de cada bolsa de víveres hay una estrategia de control territorial y emocional de la población damnificada. Aunque algunos hablan de “narcoestado”, la corrupción, la negligencia y la indiferencia, permite que la delincuencia organizada asuma funciones sociales. Y cuando eso ocurre no sólo se pierde territorio, se pierde legitimidad. ¿Será?
Violencia por tierra
La tragedia ocurrida ayer en San Pablo Xochimehuacán, donde una disputa por un terreno terminó en una balacera con saldo de una mujer muerta y tres heridos, refleja la falta de regulación, mediación y presencia del Estado en los conflictos sociales y de propiedad. Que dos familias lleguen al punto de enfrentarse con armas de fuego por un terreno evidencia no sólo la fragilidad del tejido social, sino también la incapacidad de las autoridades para prevenir y contener este tipo de conflictos. Las instituciones parecen limitarse a llegar después del desastre: levantan cuerpos, aseguran a unos cuantos responsables y cierran el caso, mientras las raíces del problema permanecen intactas. Sin políticas de mediación, sin certeza jurídica sobre la propiedad y sin presencia efectiva de la ley, los ciudadanos seguirán optando por la violencia como única vía para resolver disputas. ¿Será?

