La presidenta Claudia Sheinbaum dejó en claro que el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en bebidas azucaradas no busca incrementar la recaudación, sino reducir el consumo de refrescos en México.
Durante su conferencia de este viernes, la mandataria destacó que el objetivo del ajuste es proteger la salud de los mexicanos y prevenir enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes y la obesidad.
“El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos”, precisó Sheinbaum, al subrayar que la medida también podría incentivar a las refresqueras a bajar el nivel de azúcar en sus productos.
La presidenta explicó que este impuesto, que entrará en vigor en 2026, forma parte de una estrategia integral de salud pública, la cual incluye programas como “Vive Saludable, Vive Feliz” en las escuelas y la restricción de venta de comida chatarra en planteles educativos.
Por su parte, el subsecretario de Salud, Eduardo Clark García, aclaró que el incremento al IEPS no fue un “acuerdo en lo oscurito”, sino un compromiso transparente y medible entre el gobierno y la industria.
El nuevo esquema contempla un aumento del 3.08% para refrescos regulares, 1.5% en bebidas light, y el compromiso de reducir 30% el azúcar en sus fórmulas para 2030, además de eliminar publicidad dirigida a menores y evitar presentaciones de tres litros.
Con estas acciones, el gobierno federal busca fomentar hábitos más saludables y reducir el impacto de las enfermedades metabólicas que aquejan a millones de mexicanos.

