Un rezago de hasta 40 días en la autorización de avisos automáticos aduanales por parte de la Secretaría de Economía está generando sobrecostos millonarios a los importadores de acero y otros productos. De acuerdo con la firma STAcomex, los retrasos han provocado pérdidas acumuladas por 800 millones de pesos solo en lo que va de 2025.
Cada contenedor varado representa 4 mil 500 pesos diarios en gastos, y se calcula que unas 50 operaciones quedan detenidas diariamente, afectando cadenas completas de suministro. Estos atrasos se traducen en encarecimiento de mercancías y amenazan con frenar la inversión industrial en el país.
“La logística opera con días libres: siete en almacén portuario y dos en aéreo, pero en la práctica esos siete días se vuelven un mes o mes y medio para que la autoridad responda”, explicó Linda Núñez, CEO de STAcomex. Añadió que esta ineficiencia está generando una inflación oculta que se extiende a sectores como el textil, automotriz y siderúrgico.
Por su parte, el especialista Emmanuel Mena advirtió que la Secretaría de Economía confunde los procesos de aviso y permiso, lo que retrasa las importaciones: “En acero, la autoridad tarda 20 a 30 días en responder; si un contenedor tiene cinco o seis avisos, basta uno rechazado para detener todo el proceso”.
A su vez, Hazael Maldonado, consultor en comercio exterior, denunció que la interlocución con la autoridad es prácticamente nula: “No hay respuesta directa, todo se maneja por correo electrónico y los requisitos son cada vez más rígidos”.
Las consecuencias son graves: contenedores detenidos, pérdidas diarias y una economía que absorbe los costos. El rezago burocrático no solo encarece el acero, sino que pone en riesgo la competitividad del país y anticipa una presión inflacionaria hacia finales del año.

