El mercado de metales preciosos vivió esta semana una pausa significativa tras meses de euforia bursátil. El oro, que había marcado un máximo histórico de 4,381.51 dólares por onza, cayó hasta los 4,000 dólares, afectado por la toma de beneficios, la fortaleza del dólar y la disminución de tensiones geopolíticas.

La plata siguió el mismo camino, registrando descensos tras semanas de sobrecompra, lo que según analistas representa una corrección técnica natural. El rally del oro, que acumulaba un rendimiento superior al 60% en 2025, enfrenta ahora un contexto menos favorable ante altos rendimientos de bonos y una Reserva Federal cautelosa con los recortes de tasas.

“El mercado simplemente tomó aire; la gloriosa subida del oro se topó con la gravedad”, señaló Stephen Innes, de SPI Asset Management. Mientras tanto, Northern Star Resources cayó más del 8% en Sidney, Perseus Mining retrocedió 6% y Zijin Gold International perdió 4% en Hong Kong.

Pese a la caída, los analistas mantienen una visión positiva a mediano plazo: las compras de bancos centrales, las presiones inflacionarias y las tensiones globales sostienen al oro como un activo refugio estructural. En palabras de Antonio Montiel, de ATFX Education, “esta corrección es un respiro, no el fin del ciclo alcista”.

La tendencia, aseguran los expertos, podría retomar impulso conforme los inversionistas busquen protección ante la incertidumbre económica global.

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