Los concesionarios de las rutas Azteca, Cree-Madero, JBS Morados y 72 enfrentan serios problemas financieros para cubrir los créditos adquiridos por los autobuses eléctricos e híbridos que les entregó la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) de Puebla.

La titular de la dependencia, Silvia Tanús Osorio, reconoció que los transportistas no han podido cubrir las mensualidades de los camiones que compró el Gobierno del Estado, por lo que ya se trabaja con la Secretaría de Planeación y Finanzas (SPFA) en una reestructura de pagos.

“Las mensualidades varían según el costo del camión (…) la mayoría funciona en buenas condiciones, pero los concesionarios tienen dificultades para pagar”, admitió Tanús Osorio.

Pese a los señalamientos de algunos choferes sobre la baja operatividad de los autobuses eléctricos, la funcionaria negó que solo realicen dos recorridos diarios por las recargas de batería, y atribuyó las quejas a la presión económica de los créditos.

Además, indicó que las unidades —de origen chino— cuentan con garantía vigente, siempre que el mantenimiento se realice en talleres autorizados, y no en mecánicos particulares.

Tanús Osorio también reconoció que los baches y malas condiciones viales de la capital poblana podrían estar dañando las unidades eléctricas, aunque afirmó que el gobierno de Alejandro Armenta Mier ya trabaja en la repavimentación de calles.

Los autobuses, adquiridos a las empresas Automotriz Margom S.A. de C.V. y Yutong de México S.A. de C.V., tuvieron un costo total de 27.5 millones de pesos, según los contratos SMT-DA-AD-002/2025 y SMT-DA-AD-003/2025.

De los seis vehículos prometidos, finalmente solo se entregaron cinco: dos eléctricos y tres híbridos. Cada unidad eléctrica costó alrededor de 4.6 millones de pesos, mientras que las híbridas superan los 7 millones, cifras que hoy mantienen a los concesionarios al borde del colapso financiero.

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