En Puebla ya circulan seis camiones del transporte público con tecnología eléctrica e híbrida, los cuales ofrecen mayor comodidad a los pasajeros y seguridad en sus traslados. Sin embargo, estas unidades resultan excesivamente costosas para los concesionarios, quienes consideran que el precio no es equitativo con el servicio que prestan.
Juan Díaz González, conductor de una de las unidades híbridas, aseguró que estos camiones representan la modernidad en el transporte público; no obstante, señaló que la tarifa para los usuarios, de 8.50 pesos, es demasiado baja si se considera que los propietarios pagan entre cinco y ocho millones de pesos por adquirirlos.
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El chofer de la ruta Cree-Madero explicó que, a diferencia de otras unidades, estos camiones cuentan con botón de pánico que alerta a las autoridades ante cualquier hecho delictivo, ya que están conectados directamente al C5.
“No me he dado cuenta al 100 por ciento del ahorro porque no pongo atención cuando lo cargan, pero debe haber rendimiento. Aun así, es una gran unidad y, pese a todo, sí gasta. Siento que es mucho vehículo para una sola ruta, sobre todo porque la tarifa es muy baja para el tipo de camión que es”, opinó.
Además, reconoció que conducir estas unidades implica una gran responsabilidad debido a su alto costo, ya que los propietarios deben pagar mensualmente un promedio de 60 mil pesos.
“El que yo manejo es híbrido, no totalmente eléctrico. También funciona con combustible, pero genera su propia energía: el motor trabaja un tiempo, se carga y se mantiene todo el día. Es una responsabilidad muy grande traer esta unidad”, afirmó.
La secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús Osorio, admitió que los concesionarios no han logrado cubrir los pagos mensuales de las unidades, por lo que buscarán una reestructuración de crédito con la Secretaría de Administración y Finanzas.
“La realidad es que las mensualidades varían de acuerdo con el precio del camión. Están funcionando en buenas condiciones, pero debemos reconocer que las personas que los adquirieron han tenido dificultades para cubrir los costos. Sin embargo, deben cumplir con el pago”, sostuvo.
La funcionaria agregó que algunos concesionarios, en su afán por evitar los pagos, han reportado fallas que no son reales.
Por su parte, el subsecretario de Movilidad y Transporte, Juan Manuel Vega Rayet, informó que en Puebla existen actualmente seis unidades ecológicas: dos asignadas a la ruta JBC, dos a la Cree-Madero y dos más a la Ruta 72-A.
“En el programa de modernización y reordenamiento del transporte, en una primera etapa se otorgó apoyo para 15 unidades eléctricas e híbridas, además de 10 taxis. De estas, seis operan en la capital y cuatro fuera del estado”, detalló.
El funcionario precisó que el costo total de la inversión, tanto para taxis como para camiones, fue de aproximadamente 31 millones de pesos, con un apoyo gubernamental del 20 por ciento a fondo perdido.
“Se integró un comité y se abrió el proceso para quienes quisieran participar en el programa piloto. Así se determinó qué permisionarios podían cumplir con los pagos para acceder a estas unidades”, recalcó.
Vega Rayet destacó que los principales beneficios son el ahorro en gasolina, la contribución al cuidado del medio ambiente y la comodidad de los pasajeros, quienes reciben un servicio más seguro y puntual.
“Se requiere toda una infraestructura importante para estas unidades ya que, al terminar su servicio, deben trasladarse a un punto específico para recargarse. Generalmente, en ocho horas logran una carga completa”, explicó.
Los propietarios deberán liquidar las unidades en un plazo de 48 mensualidades, aunque las autoridades analizan la posibilidad de incorporar más vehículos al proyecto.
“Se prevé sumar más, pero de manera paulatina y en consenso con los concesionarios, porque son unidades muy caras y necesitan soporte técnico especializado. Si llegaran a fallar, no habría manera sencilla de repararlas”, reconoció.
El funcionario reiteró que Puebla se suma así a la vanguardia del transporte sustentable con este programa piloto, al igual que estados como Nuevo León, Querétaro, Yucatán y la Ciudad de México, donde ya operan unidades eléctricas.
Por su parte, Marcela López, usuaria del servicio, opinó que las nuevas unidades son más cómodas, aunque percibe que los trayectos son más lentos. Calcula que del Centro Integral de Servicios de Angelópolis al Cereso de San Miguel, el recorrido dura alrededor de una hora, cuando en una unidad convencional se realiza en 20 minutos.
“Siento que son muy cómodas y están muy bien, pero como son de fabricación china, la velocidad sí es baja. Deben ir a unos 50 kilómetros por hora, por eso los trayectos se sienten más largos”, expresó.

