En Puebla, leer sigue siendo un reto, al igual que en el resto del país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México se leen en promedio 3.2 libros al año, cifra que ha disminuido ante el crecimiento de la tecnología y las redes sociales.
El maestro Erick Eduardo Frías Méndez, jefe de Academia de Ciencias Sociales y Humanas en la Ibero Puebla, señaló que las principales razones para leer son el entretenimiento y el trabajo o estudio. En el primer caso, destacan las novelas juveniles, los clásicos y la poesía; en el segundo, los textos académicos, sobre todo entre estudiantes de licenciatura y posgrado.
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De acuerdo con el académico, un estudiante de doctorado puede leer hasta dos libros por quincena, mientras que los de licenciatura presentan un ritmo menor. Sin embargo, la tendencia general continúa a la baja.
Durante la pandemia de covid-19 se registró un aumento temporal en la lectura, pero actualmente las juventudes recurren más a fuentes rápidas como la inteligencia artificial y las redes sociales. Esto, advirtió, podría debilitar el pensamiento crítico y privilegiar la rapidez sobre la reflexión.
Frías Méndez consideró que el desafío no está en combatir la tecnología, sino en integrarla al hábito lector, mediante plataformas digitales y libros electrónicos que acerquen los textos a los jóvenes. Además, subrayó la importancia de fomentar la lectura desde la infancia, ofreciendo libros que despierten curiosidad y desarrollen pensamiento crítico.
Finalmente, recordó que el porcentaje nacional de lectores alfabetizados cayó del 84% al 69%, por lo que el verdadero reto es volver la lectura una práctica constante y significativa, más allá de la obligación escolar.

