Después de 40 días de parálisis administrativa, el Senado de Estados Unidos alcanzó un acuerdo bipartidista para restablecer el financiamiento del gobierno y poner fin al cierre más prolongado en la historia.
El pacto permitirá reactivar servicios públicos suspendidos y aliviar la presión sobre la economía estadounidense, afectada por la falta de gasto público y la incertidumbre presupuestal.
El acuerdo, respaldado por republicanos y demócratas, asegura la financiación temporal del gobierno hasta enero, mientras se discuten subsidios de salud, beneficios alimentarios y recortes de personal impulsados por Donald Trump.
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Entre los puntos clave está la restitución de recursos al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que beneficia a más de 42 millones de estadounidenses de bajos ingresos que dependen de esta ayuda para comprar alimentos.
La interrupción de SNAP generó preocupación por su impacto en el consumo interno, componente esencial del crecimiento económico y la estabilidad social.
El proyecto debe ser votado primero en el Senado, luego en la Cámara de Representantes, antes de ser promulgado por el presidente, garantizando un respiro temporal a millones de familias y empresas dependientes del gasto público.
Con esta medida, el Congreso de Estados Unidos busca estabilizar el presupuesto federal, mantener los servicios esenciales y mitigar los efectos negativos del cierre gubernamental histórico en la población.