La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) anunció que este viernes liberará las casetas de Tlalpan, San Marcos y Chalco como parte de su paro escalonado de 48 horas, una estrategia que, según adelantó la dirigente Yenny Pérez, avanzará hacia un nuevo paro de 72 horas. La medida contempla paso libre y no bloqueos en las salidas a Acapulco, Puebla y el Estado de México, antes de que los contingentes regresen a sus estados para definir el siguiente movimiento.
Pérez confirmó que la CNTE mantiene sobre la mesa un posible boicot al Mundial 2026, aunque subrayó que esta sería una acción posterior a la ruta de presión actual, basada en paros graduales que podrían desembocar en un paro indefinido, como el realizado meses atrás en el Zócalo capitalino.
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La dirigente insistió en que la exigencia central es la reactivación de la mesa de diálogo con la presidenta Claudia Sheinbaum, rechazando la narrativa gubernamental de apertura: “El discurso queda lejos de la realidad”, acusó. Señaló las vallas instaladas en Palacio Nacional y los recientes episodios de represión con gas como prueba de que no existe un ambiente genuino de negociación.
El conflicto se intensifica en un contexto político tenso, donde el magisterio busca reposicionarse como actor clave y el Gobierno enfrenta el desafío de contener protestas sin deteriorar su imagen de cercanía social. Para Puebla y la región, el anuncio genera expectativas y preocupación por los posibles impactos en movilidad, seguridad y clima político nacional.

