La noche magna de la música latina volvió a encender Las Vegas con una mezcla inusual de generaciones y géneros que, lejos de confrontarse, se fusionaron en un espectáculo que confirmó por qué los Latin Grammy siguen siendo el termómetro cultural de la región. La gala abrió con un gesto casi icónico: Carlos Santana, con su mítica guitarra, tejió Oye Como Va junto a Maluma, mientras Christian Nodal aportó su sello regional mexicano en una colaboración inesperada que marcó el inicio de una velada tan variada como políticamente simbólica.

El primer gran triunfo fue para Bad Bunny, quien levantó el Grammy a Mejor Álbum de Música Urbana con Debí Tirar Más Fotos, consolidando su liderazgo en un género que hoy domina charts, discursos públicos y audiencias globales. Minutos después, Gloria Estefan reafirmó su legado al llevarse Mejor Álbum Tropical Tradicional por Raíces.

La diversidad musical quedó retratada en presentaciones que fueron de la potencia de Rauw Alejandro al sello tradicional de Pepe Aguilar, pasando por la elegancia de Estefan. Uno de los momentos que más conversación generó fue el triunfo de Christian Nodal en Mejor Álbum de Música Ranchera/Mariachi, superando irónicamente a su suegro, Aguilar, algo que desató memes, debates y humor en redes.

Entre los números más aplaudidos destacó Karol G, quien estremeció el escenario con Coleccionando Heridas junto a Marco Antonio Solís, confirmando que la mezcla entre pop urbano y balada clásica sigue generando tendencia. México volvió a figurar con Fuerza Regida y Grupo Frontera, quienes encendieron al público con Me Jalo y Marlboro Rojo.

Bad Bunny regresó a escena para reclamar Mejor Canción Urbana, mientras invitaba a la audiencia a buscar más empatía: “abracen a quien tienen a un lado”. La presencia española se consolidó con Raphael, homenajeado como Persona del Año, una distinción que subraya su vigencia intergeneracional.

La oleada mexicana continuó con un triunfo doble: Paloma Morphy como Mejor Nuevo Artista y Carín León como ganador en Mejor Álbum de Música Mexicana Contemporánea. Después, el escenario se transformó en una playa para recibir nuevamente a Bad Bunny interpretando Weltita junto a Chuwi.

Uno de los golpes narrativos de la noche vino de la mano de Karol G, quien conquistó Canción del Año con Si Antes Te Hubiera Conocido, superando al boricua que llegaba como favorito. “Todas las canciones se lo merecían”, afirmó la colombiana.

La recta final se tiñó de sorpresa cuando Alejandro Sanz tomó Grabación del Año con Palmeras en el Jardín, demostrando la fuerza de su estilo en el 2025. Y, como era previsible, el cierre fue para Bad Bunny con Álbum del Año, mérito que dedicó “a todos los niños y jóvenes de Latinoamérica”, dejando un mensaje potente: “No olviden de dónde vienen y no pierdan de vista hacia dónde van”.

La edición 2025 de los Latin Grammy deja claro que la música latina no solo vive un momento de expansión comercial, sino que atraviesa un punto de diálogo cultural, plural y profundamente representativo, donde México, Puerto Rico y Colombia vuelven a situarse en el centro del mapa creativo.

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