Un incendio de alto impacto provocó este jueves la evacuación total del pabellón central de la COP30 en Belém, Brasil, luego de que llamas de gran altura perforaran el techo y alcanzaran estructuras contiguas. Testigos reportaron un momento de pánico, mientras el humo se extendía dentro y fuera del recinto, obligando a interrumpir las negociaciones climáticas a solo un día de que concluya la conferencia.
La organización brasileña confirmó que el fuego fue “controlado” y que no hubo heridos, aunque el incidente exhibe —una vez más— los retos logísticos que ha enfrentado la sede amazónica. Personal de seguridad y miembros de la ONU utilizaron extintores para frenar las llamas antes de la llegada de los bomberos.
Miles de asistentes esperaron bajo la lluvia, mezclada con olor a plástico quemado, mientras se realizaban revisiones de seguridad. El jefe negociador brasileño, Mauricio Lyrio, relató que el fuego inició mientras firmaba un acuerdo internacional. El ministro de Turismo, Celso Sabino, sugirió que un cortocircuito o un dispositivo cargándose podrían haber originado el siniestro.
La elección de Belém como sede de la COP30 ya había generado cuestionamientos por problemas de logística, altos costos y recientes tensiones con grupos indígenas. El incendio añade una nueva capa de presión al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, responsable de garantizar la seguridad y funcionalidad del evento climático más importante del año.

