El Papa León XIV lanzó un contundente llamado a la Iglesia italiana, acusada de mostrar escasa acción contra la pederastia, para construir una “cultura de prevención” que frene el abuso sexual a menores. Ante la Conferencia Episcopal Italiana, el pontífice pidió una vigilancia permanente hacia los más vulnerables, impulsando políticas de protección efectivas y sin resistencias internas.
Aunque evitó mencionar directamente el informe de la Comisión Vaticana para la Protección de los Menores, dicho documento reveló en octubre la “considerable resistencia cultural” de la Iglesia italiana para enfrentar los abusos, contrastando con países que sí realizaron investigaciones nacionales.
La asociación de víctimas Rete l’Abuso lamentó que el Vaticano no adopte una política de tolerancia cero, recordando que desde el año 2000 existen 1,106 sacerdotes señalados y más de 4,400 víctimas. Su crítica subraya que la práctica de trasladar a sacerdotes sospechosos continúa, sin sanciones ejemplares ni mecanismos transparentes.