El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue enviado a prisión tras intentar abrir su tobillera electrónica con un soldador durante la madrugada del sábado.
El juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, ordenó su traslado inmediato al considerar indicios de “una estrategia para posibilitar la fuga” según documentos judiciales divulgados.
Bolsonaro fue llevado a un complejo de la Policía Federal en Brasilia, donde permanecerá en prisión preventiva mientras avanzan las investigaciones sobre el incidente.
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Según el parte oficial, Bolsonaro intentó romper el dispositivo de rastreo para facilitar una eventual fuga, aprovechando una manifestación convocada afuera de su residencia por su hijo, el senador Flávio Bolsonaro.
El propio Bolsonaro reconoció haber quemado la tobillera con un soldador, como muestra un video de inspección divulgado por la Corte Suprema tras activarse la alarma del dispositivo.
En el video, una funcionaria interroga al expresidente sobre las marcas de quemadura en la tobillera y Bolsonaro admite: “Metí un instrumento caliente ahí”, refiriéndose al soldador.
Cuando le preguntaron por qué lo hizo, Bolsonaro respondió simplemente: “Curiosidad”, lo que incrementó las sospechas de intento de fuga para las autoridades.
El juez Moraes otorgó un plazo de 24 horas a los abogados del exmandatario para presentar explicaciones formales sobre la manipulación del dispositivo.
Tras su detención, los abogados expresaron su “profunda perplejidad”, asegurando que Bolsonaro tiene un estado de salud delicado y que la prisión “puede poner su vida en riesgo”.
El abogado Paulo Cunha afirmó que Bolsonaro no tenía posibilidad real de fuga, ya que permanece bajo vigilancia de agentes federales durante todo el día.
Cunha sostuvo que el “único propósito” de la tobillera era “humillarlo”, por lo que recurrirán la decisión judicial ante las autoridades competentes.

