En una final inédita celebrada en Medio Oriente, la selección de Portugal Sub-17 conquistó su primer título mundial FIFA, al imponerse 1-0 a Austria, en un duelo marcado por la tensión, la táctica y un fútbol juvenil de máximo nivel.
El tanto decisivo llegó al minuto 31, cuando Anísio Cabral ejecutó un remate cruzado al poste izquierdo que silenció a los austriacos y desató la euforia lusitana. La acción requirió revisión mediante video arbitraje, añadiendo dramatismo a un duelo que ya se perfilaba histórico.
Durante casi 100 minutos, el conjunto dirigido por Bino Macaes mostró un orden defensivo impecable, neutralizando a un ataque austriaco que apenas recibió su segundo gol en todo el torneo. Portugal, vigente campeón europeo, cerró así un año dorado en el que transformó su proceso formativo en un proyecto ganador, culminando con su primera presencia y coronación en una final Sub-17.
Con este triunfo, la generación lusitana del 2025 se posiciona como una de las más prometedoras del futbol internacional, enviando un mensaje contundente: Portugal ya no solo compite… ahora domina.