La tragedia del bar Lacoss volvió a estremecer a Puebla: murió Aribel Guadalupe, trabajadora de 34 años, quien permanecía internada desde el ataque ocurrido la madrugada del 18 de noviembre. Pese a los esfuerzos médicos en el Hospital de Traumatología y Ortopedia, las graves quemaduras y lesiones internas terminaron arrebatándole la vida el 30 de noviembre.

Con su fallecimiento, ya suman siete víctimas mortales del incendio provocado dentro del establecimiento. Antes fueron identificadas Karen y Carmen Hortensia, bailarinas; el mesero José de Jesús “Roy” Palestino López; Gerardo Hernández, quien había retomado el trabajo por necesidad económica; José Luis “Wicho” Gómez, DJ esa noche; Carlos Ata, cadenero; y, días después, José Miguel Santiago, cuyo estado se agravó hasta su deceso.

La fiscal estatal, Idamis Pastor Betancourt, había informado que seis personas seguían hospitalizadas con pronóstico reservado; hoy, tras esta nueva muerte, solo cinco sobrevivientes continúan luchando por recuperarse.

En paralelo, la Secretaría de Seguridad Pública confirmó la captura de Gabriel N., alias “El Tato”, señalado como autor intelectual del atentado. Aunque no estuvo físicamente en el lugar, habría ordenado al comando armado que disparó al aire, roció gasolina y prendió fuego al bar. Su detención ocurrió en Lomas 5 de Mayo, cuando entregaba presuntas dosis de droga.

“El Tato” fue asegurado por narcomenudeo, cohecho —pues habría intentado sobornar a los agentes— y portación de cartuchos de uso exclusivo del Ejército. Sin embargo, la Fiscalía adelantó que buscará imputarle cargos por la planeación de la masacre, respaldada en los indicios de la investigación. Las líneas apuntan a narcomenudeo y cobro de piso, tal como había advertido el titular de la SSP, el vicealmirante Francisco Sánchez.

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