Con 127 votos a favor y 97 en contra, el Senado designó a Ernestina Godoy Ramos como nueva fiscal general de la República, en una sesión de menos de tres horas marcada por señalamientos de “proceso simulado” lanzados por la oposición. Para la votación se distribuyeron 127 cédulas, una por senador, con la única ausencia del panista Gustavo Sánchez. La mayoría calificada requería 85 votos, cifra ampliamente superada por el bloque oficialista.
Godoy ya fungía como encargada de despacho desde el 28 de noviembre, tras la salida de Alejandro Gertz Manero, quien presentó su renuncia luego de aceptar una invitación de la presidenta Sheinbaum para asumir una embajada. Durante su comparecencia, la nueva fiscal aseguró que su candidatura fue impulsada por colectivas, organizaciones sociales, académicos y víctimas, afirmando que su llegada a la FGR “no es un premio, sino un mandato” para reconstruir la confianza ciudadana.
La designación ocurre en un contexto de fuerte polarización y bajo el escrutinio de sectores que exigen una fiscalía autónoma, transparente y eficaz.
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