Washington aseguró que Vladimir Putin “quiere poner fin al conflicto en Ucrania”, pese al nuevo fracaso de las conversaciones entre el Kremlin y los enviados estadounidenses Steve Witkoff y Jared Kushner, reunidos este martes en Moscú. Lejos de suavizar su postura, Rusia endureció sus exigencias mientras Europa mantiene serias dudas sobre las intenciones de Moscú.
El expresidente Donald Trump afirmó que la impresión transmitida por su delegación fue que Putin “desea terminar la guerra”, aunque reconoció que no está claro si hubo avances reales. El gobierno estadounidense impulsa un plan revisado de paz, luego de que la primera propuesta fuera criticada por favorecer demasiado a Rusia.
Los enviados de Washington se reunirán este jueves en Florida con el negociador ucraniano Rustem Umerov, quien también viajó a Bruselas para informar a asesores europeos de seguridad, insistiendo en que Europa debe mantener un rol activo en el proceso.
En Moscú, el asesor Yuri Ushakov admitió que los recientes avances militares rusos influyeron en el tono de la reunión. El Kremlin volvió a colocar en el centro del debate la posible adhesión de Ucrania a la OTAN y exigió que Kiev ceda completamente Donetsk, recordando que controla casi 19% del territorio ucraniano. Aunque no hay una “solución de compromiso”, Moscú insiste en que está dispuesto a dialogar “todas las veces necesarias”.
Sin embargo, la tensión escaló cuando Putin acusó a Europa de frenar los esfuerzos de Washington y advirtió que Moscú responderá si el continente “empieza una guerra”. Para Bruselas, Rusia no está realmente en modo negociación, especialmente mientras sus tropas avanzan en Ucrania, alimentando la percepción de que la diplomacia es solo una fachada estratégica.