La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) reforzó sus medidas de prevención sanitaria ante el aumento de enfermedades respiratorias, estableciendo el uso obligatorio de cubrebocas en espacios específicos.
La disposición aplica en clínicas universitarias, el Hospital Universitario de Puebla, el Centro Integral del Adulto Mayor (CIAM) y áreas universitarias para personas con síntomas respiratorios.
A través de un comunicado, la Comisión Institucional para la Prevención y Seguimiento de Enfermedades Infectocontagiosas exhortó a la comunidad a extremar medidas de higiene.
Entre las recomendaciones destacan el lavado frecuente de manos, el uso de gel antibacterial y la aplicación adecuada del cubrebocas dentro de instalaciones universitarias.
La BUAP reiteró que el cubrebocas debe utilizarse de manera permanente por quienes presenten tos, escurrimiento nasal, fiebre o malestar respiratorio.
Asimismo, llamó a la comunidad universitaria a vacunarse contra la influenza, principalmente a quienes aún no cuentan con el biológico.
La recomendación prioriza a adultos mayores de 60 años, niñas y niños, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas y personal sanitario.
La universidad subrayó que estas acciones buscan proteger la salud de estudiantes, personal académico y administrativo, además de prevenir casos graves.
El reforzamiento de medidas ocurre tras la confirmación del primer caso de influenza A H3N2 subclado K en México.
La Secretaría de Salud federal informó que el caso fue detectado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
De acuerdo con la autoridad, el paciente presentó una evolución favorable, recibió tratamiento ambulatorio y ya se encuentra recuperado.
La dependencia indicó que la variante presenta características similares a la influenza estacional y no representa un riesgo elevado.
Sin embargo, reiteró la importancia de la vacunación oportuna y la atención médica inmediata ante síntomas respiratorios.
La BUAP insistió en mantener una cultura de prevención, como medida clave para evitar contagios y proteger a la comunidad universitaria.