Los festejos de Año Nuevo comenzaron oficialmente tras el cumplimiento de los 365 días del calendario, marcando la llegada del 2026 en distintas regiones del mundo.
Desde horas previas, diversas naciones y territorios han dado la bienvenida al nuevo año, con celebraciones públicas y eventos masivos transmitidos internacionalmente.
En países como Australia, Indonesia, Samoa y Nueva Zelanda, miles de personas se reunieron para observar espectáculos pirotécnicos y actos culturales que marcan el inicio del ciclo anual.
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El primer territorio global en recibir el año fue Kiribati, una república insular en el océano Pacífico, que nuevamente marcó el punto de referencia para las celebraciones mundiales.
A partir del festejo inicial, comenzó la cuenta regresiva internacional, donde cada nación ajusta su inicio festivo según el husos horario correspondiente.
En contraste, las islas Howland y Baker, territorios no habitados pertenecientes a Estados Unidos, serán los últimos puntos geográficos en recibir el 2026.
Respecto a comunidades habitadas, la Samoa Americana se posiciona como la última región poblada que celebrará el Año Nuevo, conforme al recorrido horario mundial.
Mientras tanto, en el otro extremo continental, grandes urbes como la Ciudad de México, Nueva York, Buenos Aires, Bogotá y Los Ángeles ultiman preparativos para sus propias celebraciones.
Eventos masivos, conciertos y actividades culturales están programados para recibir a residentes y visitantes durante las próximas horas en estas ciudades.
Cada celebración representa un ritual simbólico de renovación, donde ciudadanos expresan deseos colectivos de prosperidad, unidad y esperanza para el periodo que comienza.
El recorrido del Año Nuevo continuará avanzando desde Asia, África y Europa, para finalmente concluir en los territorios americanos.
Los festejos representan una tradición internacional que mantiene viva la conexión cultural entre comunidades a pesar de diferencias geográficas.