La Quinta Columna
Por Mario Alberto Mejía
La historia no tiene pierde y sólo puede ocurrir en el México del “Varguitas” de la película La Ley de Herodes, de Luis Estrada.
Vea el hipócrita lector:
Un alcalde compra unas tierras a nombre de un ayuntamiento de por aquí cerquita.
Pasan los años.
Las tierras aumentan su valor considerablemente debido a que en esa región se instalará una influyente automotriz alemana.
El ex alcalde recurre a su partido, el PRI, y vuelve a ser alcalde.
A la menor oportunidad convierte la operación de compra-venta en una “CESIÓN A TÍTULO GRATUITO DE DERECHOS PARCELARIOS”.
¿Cómo le hizo?
Falsificando documentos e involucrando a quien en su momento fue síndico municipal.
El nuevo “Varguitas” es el arquitecto Rogelio Roque Torres, alcalde de Nopalucan de la Granja y candidato a ser expulsado del PRI si la política anticorrupción de Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del partidazo, va en serio.

Por lo pronto este personaje ya fue denunciado por simulación de actos jurídicos y responsabilidad administrativa y penal.
No sólo él va en esta denuncia.
Lo acompaña su cómplice: José Ambrosio Rocha Sánchez, síndico municipal de la administración 2005-2008.
Todo empezó un día soleado del marinismo, 8 días antes de que el ex gobernador fuera exhibido nacionalmente por andar dándole coscorrones a Lydia Cacho.
En efecto: el 6 de febrero de 2006, Hilario Pérez Arenas celebró un “contrato de compraventa oneroso” con el presidente municipal de Nopalucan de la Granja, que a la sazón era el arquitecto Rogelio Roque Torres.
El predio en venta estaba inscrito en el Registro Agrario Nacional y se ubicaba en el paraje denominado “El Buena Vista” del ejido de Santa María Ixtiyucan.
La superficie abarcaba cinco hectáreas.
En el contrato se daban datos de la “parte compradora”:
“El municipio de Nopalucan de la Granja, Puebla, es una entidad con personalidad jurídica. (...) El señor Rogelio Roque Torres (...) se encuentra legalmente facultado para suscribir el presente contrato con fundamento en lo establecido por el artículo 105, fracción XI, de la Constitución Política del estado y el artículo 91, fracción XLVI, de la Ley Orgánica Municipal.
La cláusula primera no dejaba lugar a dudas acerca de la personalidad jurídica del comprador:
“LA PARTE VENDEDORA” VENDE A “LA PARTE COMPRADORA” QUIEN ADQUIERE PARA SÍ EN FAVOR DEL MUNICIPIO DE NOPALUCAN, PUEBLA EL INMUEBLE”
El monto de la operación fue de 200 mil pesos, mismo que fue pagado de la siguiente manera:
50 mil pesos en el arranque de la operación, 3 mensualidades de 40 mil pesos y una mensualidad de 30 mil.
Los años pasaron.
El ayuntamiento encabezado por el priista Roque Torres llegó a su fin.
En julio de 2012, el gobernador Rafael Moreno Valle anunció en un salón de Los Pinos la culminación de las negociaciones que su gobierno había tenido con la poderosa empresa automotriz Audi y la posterior edificación de la planta en el municipio de San José Chiapa.
La plusvalía de los terrenos aledaños se fue al alza.
Lo mismo ocurrió con el predio aquí citado.

En 2013 se inició el proceso electoral para renovar ayuntamientos.
El priista Rogelio Roque Torres buscó con éxito la candidatura de su partido y ganó las elecciones.
Dos años después se acordó de las hectáreas que el ayuntamiento 2005-2008 había adquirido y a través de sus abogados solicitó ante el Registro Agrario Nacional (RAN), delegación Puebla, que dicho predio pasara a ser propiedad como parte de una operación de cesión de derechos que don Hilario Pérez Arenas jamás realizó a su favor.
Esto incluyó, naturalmente, la falsificación de documentos.
Esta es la petición expresa que planteó ante el RAN:
“Promoviendo por mi propio derecho (…) solicito la prestación del servicio registral que brinda esta institución, con la finalidad de que se sirva ordenar a quien corresponda la inscripción del contrato de enajenación de derechos parcelarios a título GRATUITO, celebrado, entre el C. HILARIO PÉREZ ARENAS, en su carácter de enajenante y el suscrito, respecto de la parcela ejidal que ampara el certificado de derechos agrarios número 3802237”.
Para acreditar la propiedad anexó un documento falsificado denominado “CONVENIO DE CESIÓN A TÍTULO GRATUITO DE DERECHOS PARCELARIOS”.
En la parte de “Declaraciones” del documento falsificado se lee:
I.- EL CEDENTE EL C. HILARIO PÉREZ ARENAS, DECLARA: (…) SER LEGITIMO TITULAR DE LOS DERECHOS PARCELARIOS QUE AMPARA EL CERTIFICADO DE DERECHOS AGRARIOS NÚMERO 3802237. (...) II.- DECLARA EL CESIONARIO EL SEÑOR ROGELIO ROQUE TORRES, SER AVECINDADO DEL POBLADO DE SANTA MARÍA IXTIYUCAN, MUNICIPIO DE NOPALUCAN DE LA GRANJA, ESTADO DE PUEBLA. (...) III. CELEBRÁNDOSE EL PRESENTE CONVENIO A LAS 10:00 HORAS, DEL DÍA SEIS DE FEBRERO DEL AÑO DOS MIL SEIS, LAS PARTES SE SUJETAN A ESTE CONVENIO DE CESIÓN A TÍTULO GRATUITO DE DERECHOS AGRARIOS, AL TENOR DE LAS SIGUIENTES CLÁUSULAS: PRIMERA.- EL C. HILARIO PÉREZ ARENAS, CEDE LOS DERECHOS PARCELARIOS QUE AMPARA EL CERTIFICADO DE DERECHOS AGRARIOS NÚMERO 3802237. (...) SEGUNDA.- LAS PARTES MANIFIESTAN: QUE POR TRATARSE DE UNA CESIÓN DE DERECHOS PARCELARIOS A TÍTULO GRATUITO, HACEN DE ESTA CLÁUSULA EL RECIBO MAS EFICAZ Y VALEDERO QUE A SU SEGURIDAD CONDUZCA.”
En el documento hechizo, Roque Torres involucró a José Ambrosio Rocha Sánchez, síndico municipal del ayuntamiento 2005-2008.
La falsificación fue tan burda que basta con cotejar los documentos originales con los recientes para que el delito salga a flote.
En la denuncia que fue interpuesta en contra de Roque Torres se lee: “Al contener significativamente en la aludida primera hoja del contrato oneroso de que se habla las firmas de los que intervinieron en ese acto, es indudable que se agregó al segundo –gratuito– con el objeto de INDEBIDAMENTE INGRESAR AL PATRIMONIO PERSONAL Y PROPIO DEL DENUNCIADO UN BIEN RAÍZ AJENO Y CUYO PRECIO SE EROGÓ O CUBRIÓ CON RECURSOS PÚBLICOS”.
Nopalucan para Principiantes
En esta historia de terror es importante presentar el testimonio de uno de los abogados en aras de obtener más información de la parte oscura del cerebro del “Varguitas” Roque Torres.
No tiene pierde:
“El problema consistía en que el padre de mi cliente no había respetado el derecho del tanto que todo hijo de ejidatario tiene, así que procedí a elaborar un estudio previo y me percaté que el señor le había vendido el inmueble objeto del litigio al Ayuntamiento de Nopalucan de la Granja a través de su Presidente Municipal que curiosamente está repitiendo el cargo de Alcalde en estos días, la supuesta ‘venta’ había violado una cantidad de normas que en este escrito no terminaría de nombrar, fue entonces que decidí entrevistarme con el Alcalde de Nopalucan y tratar de llegar a un convenio legal a fin de no desgastar a las instituciones en algo que a mi Juicio se trataba de una negligencia absoluta. Después de varias gestiones y acercamientos fue que aceptó el encuentro y bajo esa tesitura fue que nos reunimos a elección del Alcalde en el bien conocido Vips de la Procu (famoso por los encuentros con abogados). Dicha reunión fue tranquila y civilizada, le propuse rescindir el ‘supuesto contrato de compraventa agrario celebrado por un ayuntamiento’, así como de un reintegro del dinero del inmueble al erario público con sus respectivas observancias y actualizaciones, para lo que el Alcalde me contestó: ‘lo voy a pensar y en la semana te doy una respuesta’. Pasó una semana, pasaron dos y el Arquitecto no me hablaba, tras varias llamadas telefónicas el Alcalde, en una de ellas me respondió que ‘lo sentía mucho pero no iba a haber arreglo ya que aunque estaba consciente de las violaciones legales, no existía dolo’, lo cual en ese momento no comprendí pero más adelante fue medular para entender lo que ahora escribo.
“Después de la negativa para llegar a un arreglo extrajudicial fue que empecé a diligenciar todos los medios necesarios para irme a juicio y al constituirme en la delegación del Registro Agrario Nacional en Puebla, y tras varias semanas de gestión, pude obtener la información respectiva al inmueble objeto de las negociaciones con el Alcalde. La gran sorpresa fue cuando el RAN me entregó copias certificadas de los contratos y demás documentos que obraban bajo esos folios y registros agrarios, porque APARECIÓ EL PRIMER COHECHO DOCUMENTADO DE NUESTRA HISTORIA DE CORRUPCIÓN. Obraban escritos en donde al parecer el ALCALDE HABÍA MODIFICADO EL CONTRATO DE COMPRAVENTA PARA ADJUDICARSE EL INMUEBLE A TÍTULO PERSONAL COMO SI HUBIERA SIDO UNA DONACIÓN. Mi mente no podía procesar la magnitud de lo que estaba leyendo. Me dirigí a mi despacho y tras cerciorarme de que el señor no le había donado a Rogelio Roque Torres absolutamente ¡NADA! me dispuse a elaborar una denuncia ante la Auditoría Superior del Estado por HACER USO DE DOCUMENTOS FALSOS para adquirir bienes PROPIEDAD DEL MUNICIPIO y regularizarlos a título personal en contra de Rogelio Roque Torres. Fueron meses de arduo trabajo y pasión las cuales concluyeron con un escrito de 22 páginas. Acompañé el escrito de denuncia con cinco pruebas documentales públicas para probar lo denunciado y la presenté ante la UNIDAD CONSULTIVA, DE ATENCIÓN A QUEJAS Y ACCESO A LA INFORMACIÓN DE LA AUDITORÍA SUPERIOR DEL ESTADO DE PUEBLA. Días después, la señorita de la recepción me dijo: ‘Lic, me dicen que ya está su acuerdo. Ahorita le notifican’. Esperé. Llegó él notificador y me dijo que no podía investigar al arquitecto Rogelio Roque Torres dado que los hechos habían ocurrido en el año 2008 y su Cuenta Pública había sido aprobada. Vi a los ojos al notificador y le pedí que si podía ver a la persona que había elaborado dicho acuerdo. Minutos después apareció el titular de la UNIDAD CONSULTIVA, DE ATENCIÓN A QUEJAS Y ACCESO A LA INFORMACIÓN y tras cruzar palabras con él me quedó claro que no había entendido la gravedad de la denuncia. Entonces me dijo: ‘UNA DISCULPA, LIC, PERO VUÉLVAMELA A PRESENTAR Y LA CHECAMOS BIEN’. Elaboré el escrito donde solicité la revocación del acuerdo a fin de que la Auditoría investigue pero además apele a nuestros Honorables Diputados de las comisiones competentes, ya que les fue entregada la información de todo lo que está pasando a fin de que PUEDAN INVESTIGAR lo que puede ser el primer acto de corrupción DOCUMENTADO y no platicado de la historia de Puebla”.
