Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Un nuevo jinete del apocalipsis se pasea en México; éste tiene nombre y apellido: pobreza. Éste es el fantasma que azota al país, hundido de por sí en la inseguridad y la violencia.
Las condiciones económicas de México originarán una nueva oleada de pobreza, advierten académicos y miembros de la sociedad civil. El salario en el país, ubicado en 3.9 dólares, está lejos de los 17.6 dólares de Costa Rica, los 16.7 de Panamá, los 12.1 de Guatemala o los 10 dólares que se pagan en Belice.
El escenario para los trabajadores mexicanos se ha complicado desde hace 36 años. La falta de políticas públicas para fortalecer el poder adquisitivo y la inserción del país en la llamada Globalización han limitado a más de la mitad de la población a percibir un promedio de dos salarios mínimos, que en la mayoría de los casos no es suficiente ni para comprar alimentos.
La política pública llamada Cruzada contra el Hambre, simple y sencillamente se quedó como otros programas, en un tema transexenal. No logró mitigar el grave problema de la pobreza que agobia a nuestro país.
La generación de la crisis ve cada día disminuir sus ingresos con salarios raquíticos que apenas alcanzan para sobrevivir, ello explica también el por qué el crecimiento de la violencia en México.
Diversas organizaciones a nivel nacional, como el colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y el Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD) han sido claros en que esta realidad no es precisamente un consecuencia de las condiciones económicas actuales, sino de toda una serie de decisiones políticas que han mantenido al salario “intencionalmente deprimido durante más de 35 años”.
Diversos especialistas coinciden en que aumentar el salario mínimo a un nivel por encima del costo de la canasta alimentaria –ubicada en 88.70 pesos, según números del Coneval– sería pisar el acelerador del mercado interno, lo que podría significar una gran base de apoyo para la reactivación de la economía nacional. La gran pregunta es: ¿por qué no se hace esto?
Expertos en economía de diversas universidades y organizaciones no gubernamentales coinciden en que el aumento salarial podría contrarrestar el menor gasto que el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017 propone en todos los rubros.
De acuerdo con estimaciones, puesto que el ingreso es el principal factor que explica la pobreza, con un aumento salarial cerca de 3.5 millones de pobres dejarían de serlo.
En el 2015, el propio Partido Acción Nacional, el cual encabeza ahora las encuestas para recuperar la presidencia de la República, proponía el incremento al salario mínimo, situación que fue condenada y rechazada por el sector empresarial del país pero que hoy parece tener sentido, ya que México debe apostarle a reactivar su mercado interno.
Alguna alternativa se debe tomar para tratar de detener el creciente empobrecimiento de los mexicanos, porque el fantasma de la violencia se pasea por el país y con las consecuencias fatales que comenzamos a pagar todos en este país.
Está visto que no es con programas asistencialistas como se va a remediar el problema, tal vez el último gran intento de este tipo de programas fue Solidaridad, con Carlos Salinas de Gortari.