Aunque muchos buscan colgarse de la medalla de haber servido como mediadores de la negociación presupuestal para Puebla en el 2017, sólo dos personas fueron los artífices de haber conseguido importantes recursos para Puebla: el aún mandatario estatal Rafael Moreno Valle y el gobernador electo Antonio Gali.

Y es que ni Moreno Valle ni Gali necesitan mediadores para abrir las puertas que se tienen que abrir, ambos tienen acceso directo con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, multimencionado en este espacio, por los nexos con el gobernador de Puebla y su grupo.

Hace dos semanas, Gali y Meade se reunieron para platicar sobre el presupuesto y la preocupación que existía en ese momento por parte del gobernador electo de Puebla, de que la entidad se pudiera ver afectada en algo así como 12 mil millones de pesos.

Tanto Moreno Valle como Gali fueron advertidos de la maniobra que preparaba el PRI, en donde las principales afectaciones presupuestales para el próximo año las sufrieran las entidades que no eran gobernadas por este partido político, caso concreto el de la Ciudad de México y su gobernador, Miguel Ángel Mancera.

Una estrategia electoral del tricolor es “castigar” a las entidades que no están bajo el control del Revolucionario, pero de manera oportuna el gobernador Moreno Valle y José Antonio Gali, maniobraron para evitar que Puebla se viera afectada.

La operación fue efectiva, pero Meade les solicitó que, como parte de la “cortesía” política, le dieran su lugar tanto a los diputados federales de Puebla, para “cubrir las formas” y a las diferentes bancadas en San Lázaro.

Fue así como se dio la reunión en la Ciudad de México con los miembros de todas las bancadas que tienen representación de Puebla, a excepción de Morena y sus tres diputados federales, con los cuales ni siquiera hubo acercamientos.

Esta es la verdad sobre la negociación del Presupuesto 2017; hoy, muchos buscan colgarse las medallas, pero en realidad fueron los dos mejores “cabildeadores” de Puebla, los que personalmente se encargaron del paquete 2017.

Tan es así que, según cuentan, alguien alcanzó a escuchar cuando Gali salió de San Lázaro levantó la vista al cielo y dijo: “¡Gracias, Dios mío!”.

Otro personaje clave y con quien existe una gran relación como pocas veces vista, es con el alcalde Luis Banck Serrato, quien también aportó su “granito de arena” para el presupuesto para 2017.

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