Con casi tres décadas en el país vecino, el empresario poblano Erasmo Ponce confía que el sueño americano seguirá vigente en Estados Unidos, pues Trump cambiará su actitud por intereses políticos
Por Mario Galeana
La llegada de Donald Trump ha provocado que en los barrios estadunidenses habitados por inmigrantes mexicanos se respire un temor que nunca antes había percibido Erasmo Ponce, uno de los poblanos más exitosos en el país norteamericano.
Ponce y Félix Sánchez, ambos originarios de la Mixteca poblana, disputan el título de El Rey de la Tortilla en EU. Llegaron al país vecino con unos cuántos billetes verdes, pero hoy sus empresas –Tortillería Chinantla Inc. y Puebla Food Inc.– producen millones de dólares al año.
Aunque Ponce ha vivido 30 años en la nación estadunidense, reconoce que Trump ha azuzado una atmósfera de temor entre la población latina a la que “erróneamente llaman ilegal”.
“Nadie es ilegal”, denuncia en una entrevista con 24 Horas Puebla desde la sede de su empresa, ubicada en Nueva York.
Erasmo Ponce, quien cree que en cuatro años la mayoría de la población en esta ciudad hablará español, tampoco ve posible que el próximo presidente republicano logre la deportación masiva que, con ataques racistas, anunció en su campaña electoral.
“Personalmente, dudo que pueda cumplir todas sus amenazas. Creo que lo que dijo en campaña fue una manera de atraer a la gente que no votaba, principalmente de las zonas rurales. Él hizo que la gente saliera a votar.
“Pero aprobar una ley o un proyecto de esa magnitud requiere de un proceso que tardará por lo menos dos años. Y a él, políticamente, no le convendría hacer estas deportaciones”, explica.
—¿Por qué no es conveniente para él?
—Al final de su mandato de cuatro años posiblemente querrá reelegirse. Y el voto latino aquí es muy importante. No cumplirá sus amenazas. Y no será por una actitud humanitaria, sino política. Además, son 11 millones de personas indocumentadas. Es muy costoso para ellos (el gobierno) incrementar el número de redadas, de deportaciones. Todo eso genera un costo enorme en cortes, en abogados, en boletos de avión. Porque no sólo hay mexicanos, hay gente de toda Latinoamérica: Honduras, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Brasil, Argentina, Chile, Perú, Ecuador, Bolivia, incluso de Uruguay.
—¿Cómo se percibe la atmósfera entre los inmigrantes mexicanos?
—La gente tiene mucho temor. Nunca se había sentido como ahora. En la radio se escuchan opiniones donde todo mundo tiene miedo. Además, las manifestaciones de odio hacia inmigrantes han crecido. En las escuelas, muchos niños blancos gritan a niños latinos que se construya el muro en la frontera. El Ku Klux Klan (KKK) ya anunció una marcha también. Vuelve la idea de la supremacía blanca.
—¿Aún en tiempos de Donald Trump ¿es posible el sueño americano?
—Todo es posible. Frente a la discriminación, o el racismo, o frente a cualquier obstáculo, cuando hay fe, constancia, y perseverancia, se puede. El ser humano está capacitado para derribar muchas barreras, y cualquiera que se proponga tener un sueño y trabaje por él, lo alcanzará.
El huracán Trump vs el huracán mexicano
El temor que produce Trump con discursos racistas y su primer proyecto de gobierno –que incluye la deportación a más de tres millones de indocumentados en tres meses– chocará de bruces con la huella que México, a través de sus migrantes, ha insertado en el país, augura Ponce.
Hay demasiadas organizaciones culturales, asociaciones con iglesias y cámaras de comercio con una relación mexicoamericana que emprenderíamos una lucha para evitar las deportaciones de gente honesta. La lucha se haría.
Pero, no descarta que en los primeros meses del próximo gobierno mucha gente sin anteceden-tes penales, pero con el interés de buscar un empleo honesto, sufrirá.
“Él ha dicho que, al menos ahora, deportará a la gente que ha cometido crímenes mayores o que pertenece pandillas. Pero es posible que la persecución se extienda contra gente indocumentada, sí”.
—¿Qué ocurriría con la mano de obra que dan los indocumentados a EU?
—También eso podría impedir una deportación masiva. La mano de obra barata de los mexicanos es indispensable para el crecimiento y economía de este país. De hecho, muchos estadunidenses que reciben subsidios del gobierno no se atreven a hacer el trabajo que hacen los mexicanos. Nosotros no les quitamos el trabajo que hacen los mexicanos. Nosotros no les quitamos el trabajo: es trabajo que ellos no quieren hacer.
—¿Colapsaría Estados Unidos sin mano de obra mexicana?
—No sé si la economía estadunidense colapsaría totalmente, pero el impacto que causaría sería muy, pero muy negativo.
—¿Peligran las empresas mexicanas instaladas?
—De ninguna manera. Las empresas financieras están registradas en Estados Unidos como empresas que producen, que generan empleos, que generan dinero porque se pagan impuestos. Nosotros contribuimos al desarrollo de este país y as ciudades donde estamos establecidos.