El exprocurador de Alabama encabeza los esfuerzos de un grupo de conservadores para bloquear una reforma migratoria en el Congreso estadunidense y ha sido señalado por hacer expresiones racistas durante décadas
Por: José López Zamorano/Corresponsal
Fotos: Notimex
WASHINGTON.- Organizaciones latinas, legisladores y estrategas progresistas opinaron que la nominación de Jeff Sessions como procurador de justicia del próximo gobierno de Donald Trump es un “peligro” para inmigrantes y minorías de Estados Unidos.
Sessions, de 69 años y ex procurador de Alabama, ha encabezado los esfuerzos de un grupo de conservadores para bloquear una reforma migratoria en el Congreso estadunidense y ha sido señalado por hacer expresiones racistas durante varias décadas.
“La selección de Jeff Sessions como procurador de justicia es un ataque directo contra las comunidades de color y lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero”, señaló el presidente de Latino Victory Fund, Cristóbal Alex.
“Es escandaloso y un claro peligro tener a uno de los políticos más racistas del Congreso (…) como jefe del Departamento de Justicia”, agregó.
Sessions, senador republicano por Alabama, ha calificado como “anti-estadunidense” a la Unión Nacional de las Libertades Civiles (ACLU) por los esfuerzos del grupo de “tratar de forzar al pueblo a tragarse los derechos civiles”. Además, consideró que un abogado blanco que defendió a un hombre negro era una “desgracia para su raza”.
“Ningún senador ha peleado más duro contra las esperanzas y las aspiraciones de los latinos, los inmigrantes y de la gente de color que el senador Sessions. Es un terco opositor de la migración legal”, deploró el legislador demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez.
Sessions “está en el Senado porque el Comité Judicial del Senado lo consideró demasiado racista para servir como juez federal”, remató.
Aunque había sido fiscal del Distrito Sur de Alabama durante 12 años, de 1981 a 1993, un panel senatorial rechazó confirmarlo en 1986 como juez por sus comentarios racistas.
A pesar de ello se convirtió en procurador de Alabama en 1994 y dos años más tarde ganó un escaño en el Senado.
“El senador Sessions como procurador general de Justicia envía escalofríos a quienes abogan por los derechos civiles y de los inmigrantes”, coincidió el exestratega electoral del presidente Barack Obama, David Axelrod.
“Trump está quedándose con aquellos que lo llevaron a un baile, pero para muchos estadunidenses parecerá una ‘danza de monstruos”, opinó en alusión a la cinta Monster’s Ball, sobre un grupo de guardias de prisión que bautizaron así a un festín que organizaban la víspera de una ejecución.
Trump defendió en un comunicado la selección de Sessions, a quien describió como un abogado “muy admirado por académicos y virtualmente por todos los que lo conocen”.
Como fue el primer senador en apoyar públicamente a Trump, Sessions será recompensado con la Procuraduría de Justicia en sustitución de Loretta Lynch.
Pero su nominación, que requiere ser ratificada por el Senado, de mayoría republicana, generó múltiples críticas de organizaciones.
Organizaciones civiles protestan
La Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAAC) sostuvo que la designación es “profundamente preocupante”, ya que “es un apoyo a una vieja y fea historia donde los Derechos Civiles no fueron considerados como valores estadunidenses fundamentales”.
La Unión Nacional de las Libertades Civiles (ACLU) hizo por su parte un llamado a los senadores para profundizar en las expresiones racistas de Sessions y otros posicionamientos del senador durante su proceso de confirmación.
“Las únicas personas que podrían estar menos calificadas que Jeff Sessions para dispensar justicia a nombre del pueblo estadunidense, típicamente pasan sus fines de semana usando sombreros puntiagudos y cruces en llamas”, dijo en alusión al Ku Klux Klan, Charles Chamberlain, de Democracia por América.
Con al menos 51 escaños en el Senado, los republicanos tienen suficientes votos para ratificar a Sessions, si no hay deserciones y algunos senadores republicanos, como Ted Cruz, Charles Grassley y Jeff Flake han dejado en claro que votarán a su favor a pesar de los cuestionamientos.