Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva
El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) acaba de terminar su Segundo Congreso Nacional Extraordinario, con la proclama de más de 50 postulados de su llamado Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024, que el llamado “caudillo” nacionalista Andrés Manuel López Obrador anunció a sus más de 4 mil congresistas.
Dicho proyecto no es más que una síntesis muy apretada de lo que será la plataforma electoral de la tercera candidatura presidencial del “mesías” de Morena rumbo a la disputa por el poder en el 2018, en contra del PAN y del PRI.
Lo anterior hace sin lugar a dudas a este partido –de reciente creación– la manzana de la discordia entre sus propios militantes, tanto los llamados fundadores como los nuevos.
De hecho, hacia afuera ya se nota la ambición, el oportunismo y la infiltración de muchos miembros de otros partidos y, por qué no decirlo, también de seudolíderes sociales y rancios intelectuales que buscarán ser candidatos a lo que sea en las elecciones del 2018.
Como ejemplo de caso, en Puebla, Morena día a día es un gran plato político para las ambiciones políticas de todo tipo: el senador Luis Miguel Jerónimo Barbosa Huerta, aún coordinador del grupo parlamentario del PRD en el Senado de la República, en corto le ha dicho a sus serviles seguidores del FIP en Puebla que en el mes de marzo próximo renunciará al Senado, para dedicarse de tiempo completo a su precampaña.
Para eso, su fiel guardián, los ojos y oídos de Barbosa Huerta, Eric Cotoñeto Carmona, en una reunión reciente en las oficinas de gestión del senador, ante la dirigente local del PRD, Socorro Quezada y la tesorera Ruth Castro, más unos 10 presidentes municipales y miembros de dicho grupo interno, confirmaron la perversidad y el oportunismo que los ha caracterizado: Barbosa Huerta buscará la candidatura por la vía “ciudadana” y para eso conseguirá obras y recursos para los ayuntamientos, gracias a las excelentes relaciones que mantiene con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Y, por otro lado, sus fieles seguidores al interior del PRD buscarán seguir controlando dicho membrete; para eso se fijaron la meta de afiliar en todo el estado, con los recursos y las despensas que les envían desde el Senado, vía la Sedesol. Cada edil tiene la obligación de afiliar a más de mil miembros y entregar una cuota mensual a Cotoñeto Carmona. La dirigencia estatal, con sus ayudantes, tiene que afiliar al mes de enero a mil nuevos “militantes” y entregar sus listados en la Comisión Nacional de Afiliación.
Sin embargo, lo interesante es la táctica que han implementado desde la dirigencia estatal de dicho partido.
Y es que buscan infiltrar poco a poco a Morena en los diferentes distritos y municipios, para prevenir una posible derrota interna por la dirigencia estatal en el 2017. Ello implica abandonar el PRD, para presentar a Barbosa Huerta como un precandidato más y por si fuera poco, estos hábiles “vividorcillos” tienen previsto no quedarse sin candidatos en los ayuntamientos en donde tienen presencia y disputar algunos distritos electorales.
Es aquí en donde aparece la mano de Ricardo Monreal, quien influye ante el ingenuo dirigente local de Morena, Gabriel Biestro, y conjuntamente con su operador Fernando Jara, quienes se encargan de dejar operar las infiltraciones tanto de José Juan Espinosa, el alcalde de San Pedro Cholula, como las de la gente de Barbosa Huerta y otras del PRI.
Otra mano negra es la del Señor de la Ligas, René Bejarano, quien hace unas semanas, mediante su llamado Movimiento Nacional por la Esperanza y con todo el apoyo del presidente municipal de San Pedro Cholula, llevó a cabo una concentración en la Plaza de la Concordia, para generar toda una gran avanzada dirigida por Jorge Méndez Espínola, su esposa Rosa Márquez y su hijo David Méndez, en donde también estuvo muy escondida la dirigente local del PRD y otros más del FIP.
Pobres de las bases y los fundadores de Morena, están a punto de ser infiltrados y enviados a repartir volantes por Bejarano, Barbosa Huerta, el PRD y muchas otras lacras del PRI.
Otro ejemplo es la forma en que el muy hábil –y perverso– José Juan Espinosa logró su afiliación gracias al apoyo de Ricardo Monreal, quien lo apadrina por todo el apoyo económico recibido durante su campaña para jefe delegacional de parte del presidente municipal de Cholula.
De hecho, Monreal lo ha acercado ya con la dirigencia nacional, para limar asperezas entre los militantes de este partido en Puebla; hace poco, Espinosa se presentó ante ellos para una disertación política sobre los problemas del estado y afinó sus críticas violentas dirigidas al gobierno local, situación que le ha permitido ganarse la confianza de varios integrantes nacionales, entre ellos Carlos Figueroa, secretario de Derechos Humanos del CEN de Morena.
Hoy el partido del caudillo López Obrador en Puebla es el deseo obsesionado de algunos políticos oportunistas y muy hábiles para obtener sus propósitos. Este instrumento partidario está en la mira de los más perversos y ambiciosos actores de la vida política en el estado. Para muchos es el espacio propicio para obtener municipios, diputaciones y senadurías.
Monreal le lleva mano a Manuel Bartlett en Puebla, tiene a Gabriel Biestro y Fernando Jara como sus operadores principales. El diputado federal Rodrigo Abdala, aunque sigue construyendo bases de apoyo para Morena, peca de ingenuidad.
La embestida y cómo infiltrar a Morena están en marcha; aunque sus pobres bases no se den cuenta, en el 2018 muchos de sus candidatos habrán aprovechado la puerta que les abrieron por detrás.
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Esta semana, el diputado federal Juan Pablo Piña Kurczyn viaja a España, para dictar una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid.
Acude a invitación del Instituto de Derecho Parlamentario y la Facultad de Derecho de esa institución, junto con el Colegio de Profesores-Investigadores con Actividades Académicas Formales en Universidades Extranjeras (Copuex-UNAM).
El tema sobre el que Piña hablará en la capital española no podía ser otro: la segunda vuelta electoral y los gobiernos de coalición, precisamente el espíritu de la iniciativa que el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, anunció que enviará al Congreso para establecer la obligatoriedad de formar coalición si un partido político gana con una votación menor al 42%.