Por Alejandro Juárez 

Después de seis años de no poner un pie en suelo poblano, Humberto Aguilar Coronado regresó al estado para asumirse defensor de una corriente panista en ruinas: El Yunque.

Y su primera aparición pública tras su acentuada desaparición fue, de manera inexplicable, en un café utilizado por organizaciones priistas como el Movimiento Alternativa Social (MAS), para realizar conferencias de prensa.

El ex senador (2006-2012) y consejero vitalicio del PAN acusó un supuesto bloqueo en contra de 13 yunquistas que intentaron –dijo– contender en el proceso de designación de aspirantes al Consejo Nacional.

Pero a medida que, desde Twitter, el presidente estatal blanquiazul Jesús Giles Carmona lo calificaba como un “oportunista mediático”, el rugido de El Tigre, como se conoce al exlegislador federal, se fue extinguiendo.

Y después de acusar la intromisión del gobierno del estado en la dirigencia estatal del PAN, Aguilar Coronado diluyó sus acusaciones hasta decir que, en caso de que Rafael Moreno Valle sea designado candidato, lo apoyaría sin miramientos.

. El ex senador indicó que su carrera está dividida entre Puebla y Ciudad de México / ÁNGEL FLORES
. El ex senador indicó que su carrera está dividida entre Puebla y Ciudad de México / ÁNGEL FLORES

—¿Se arrepiente usted de haber apoyado a Moreno Valle?
—Por supuesto que no. No me arrepiento. Era necesario sacar al partido que tanto daño le hizo a Puebla durante tantos años. Como saben, yo coordiné la campaña del candidato a gobernador en 2010, después de haber perdido una contienda interna con Eduardo Rivera. Yo soy un hombre institucional. Soy un hombre que respeta al partido.

—¿Apoyaría a Moreno Valle como candidato?
—Si (Moreno Valle) es candidato del PAN lo apoyaría. Si el candidato es (Ricardo) Anaya también lo apoyaría. Si la candidata es Margarita Zavala, la apoyaremos también. Necesitamos unidad en el partido.

Sobre su larga ausencia dijo poco. Reconoció que su carrera política “ha estado dividida entre México y Puebla”, pero en el estado poco o nada le queda. Su grupo político se desvaneció y quedó exiliado del grupo morenovallista después de que versiones periodísticas lo relacionan, en plena campaña de 2010, con el ex candidato Javier López Zavala.

El Tigre volvió al estado para abanderar la defensa de El Yunque, pese a que la corriente panista operó en favor de la ex candidata independiente Ana Teresa Aranda Orozco durante el proceso electoral de este año.

Si de evaluar las posiciones partidistas y de función pública se trata, puede afirmarse que a El Yunque le queda muy poco, casi nada: ocho regidurías en el Ayuntamiento de la capital y una curul en el Congreso local. Ningún cargo en la dirección estatal.

Pese a ello, El Tigre rugió. Por lo menos al principio. Pero nada quiso decir sobre el apoyo que los yunquistas brindaron a Aranda Orozco. Y rechazó haber recibido alguna oferta para retomar su actividad política en el estado.

“No, para nada. A mí me pidieron mis compañeros que los apoyara y, solidariamente, como consejero nacional y vitalicio, estoy pidiendo que se respeten sus derechos para contender”, dijo El Tigre, al pie de las ruinas.

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