Pérame, que estamos chupando tranquilos…
Por: Pablo Chávez Meza
Pues les cuento que en pleno recalentado y previo a este 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes, a mi tía Godofreda, La Sabia, y a su servidor que se nos atraganta el trago.
Estábamos en plena celebrancia del tradicional recalentado, cuando nos enteramos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dio a conocer los tan esperados precios de la gasolina para este 2017.
¡¡¡Pérame, que estamos chupando tranquilos!!!,expresó mi pobre tía, a quien por unos instantes el tequila le raspó su garganta…Mi’jo, me preguntó, ¿no que íbamos a tener gasolinas más baratas? Yo, con vaso en mano y un buche de ponche en la boca, encogí mis hombros y puse mi típica cara de pos no sé.
Tratando de entender este anuncio, que vino junto con pegado con la liberalización de los precios del combustible para este nuevo año, escuché al titular de la SHCP, José Antonio Meade Kuribreña, quien trató de explicar los beneficios que tendremos como consumidores en un futuro sobre estas medidas.
La SHCP informó que a partir del 1 de enero de 2017, el precio máximo promedio -ojo con este dato- para la gasolina Magna será de 15.99 pesos por litro; la Premium de 17.79 pesos y para el diésel será de 17.05 pesos por litro, pero, a partir de los primeros días de febrero, cuando inicie la determinación de los precios por medio del mercado, es decir que los precios podrán variar dependiendo de varios factores por lo que se dejarán sin efecto los precios máximos emitidos por la dependencia.
Ahora los consumidores deberemos estar muy al pendiente de dónde estarán los precios más bajos y más caros en una misma zona, pues con esto podría haber más de mil precios distintos de gasolinas y esto porque la autoridad dividió al país en 90 regiones.
El desembolso por usar el auto para muchos será caro, un fuerte golpe a su bolsillo, pues a esto habrá que sumarle aumento en los costos de la verificación vehicular -no todos los estados tienen este esquema- ajustes en las multas (si es que las hay), mantenimiento del vehículo, póliza de seguro -si es que lo tiene- estacionamientos, pago de pensiones y hasta viene-vienes.
Existe molestia y desconcierto de cómo funcionará, habrá que ver qué ocurre...
¿Y los efectos inflacionarios?
Y si bien, el encargado de las finanzas públicas del país dijo, en entrevista televisiva, que estos incrementos no impactarán en un aumento en el transporte debido a los beneficios fiscales que tienen los empresarios, veremos qué ocurre.
La dependencia confía en que para 2017 la inflación no pase de un rango de 4.5%; en los primeros 15 días del último mes del año, la inflación anual -contemplada de la primera quincena de diciembre de 2015 a igual fecha de 2016- se ubicó en 3.48% de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es decir, entiendo yo, que sí habrá un incremento en este rubro.
En realidad la mayor preocupación que tenemos los ciudadanos es la escalada -aumento- de precios en diferentes productos, tanto necesarios como los no, bajo el pretexto de la fluctuación en los precios de la gasolina, la paridad peso-dólar o por cualquier otra señal.
Por ello, tendremos que hacer ajustes a nuestro presupuesto familiar, o como diría mi sabia tía, apretarse el cincho -cinturón-. Este 2017 no empieza con el pie derecho, pero hay que estar atentos y demandar todo aquel abuso que vaya en contra de nuestra economía, pues estamos chupando tranquilos, no se pasen.