Ante la inflación propiciada por el alza en el precio de los combustibles, investigadores de la máxima casa de estudios poblana han vuelto realidad el sueño: generar combustible a base de desperdicios

Por Serafín Castro 

En Puebla existe una alternativa a los gasolinazos. En enero del año pasado la BUAP fue noticia nacional e internacional: un alumno de la máxima casa de estudios poblana creó una maquina capaz de generar nuevas fuentes de energía. El aceite quemado lo convierte en biodiésel y el PET en gasolina.

Un año después el proyecto ha tomado forma y, de acuerdo con Valentín Gálvez Salas, su creador, el dispositivo podría empezar a comercializarse a partir de julio próximo.

“Seguimos buscando inversionistas, gente interesada en inyectar capital al proyecto. Estamos intentando amarrar algunos proyectos por ahí para poder tener la capacidad de producir las máquinas, estimamos que para el segundo semestre de este año ya tengamos las primeras máquinas listas para vender”, explica.

La idea inicial, detalla para 24 Horas Puebla, era crear estaciones de servicio donde se vendiera el combustible generado por la máquina creada desde la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Sin embargo, agrega que tras la reforma energética, la cual no da cabida  a energías alternas, el mismo gravamen −Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS)− que se aplica a los combustibles y que generó el gasolinazo se aplicaría al combustible de PET, lo que igualaría el costo final con el producto que hoy se vende en las estaciones de Pemex.

La idea no fue viable y ante esto, el hoy egresado de la BUAP señala que en conjunto con Gema Carrero Arámburo, investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas y asesora del proyecto, decidieron comercializar el dispositivo que convierte al PET en gasolina y el aceite usado en Biodiésel, en lugar de producir directamente los combustibles.

 El proyecto busca dar un uso comercial al PET. / CUARTOSCURO
El proyecto busca dar un uso comercial al PET. / CUARTOSCURO

“Las energías alternas no están contempladas en la reforma energética, entonces poner una gasolinera o una estación de servicio es mucho más complejo para uno, porque además necesitamos permisos de Semarnat y muchos requisitos, entonces una alternativa viable que decidimos es vender los dispositivos y no el combustible”, explica Gálvez.

Así, todos aquellos que requieran generar su propia gasolina y biodiésel podrán adquirir la máquina.Su costo estimado, calculan, iría desde los 300 mil pesos y, dependiendo del tamaño o de qué tan sofisticada y automatizada la requieran, podría llegar a costar incluso poco menos de un millón de pesos.

El dispositivo es capaz de generar hasta 400 litros de combustible por hora: “lo suficiente para abastecer 42 camiones (transporte público)”.

“Para las pequeñas o medianas empresas que tras sus procesos desechan mucho plástico o aceite y que no puedan comprar la máquina también existe la posibilidad de que puedan sólo rentarla o consecionarla para que puedan aprovechar y generar combustibles”, comenta.

El dispositivo tiene una dimensión de 2 metros de largo por 1.60 de ancho y 1.60 de alto. Cuenta con un tanque de metóxido, un contenedor principal, un mezclador cavitacional, un reactor de pirólisis, una unidad de filtrado y lavado, un tanque de separación y un horno.

Para crear gasolina se introduce el plástico molido para que sea más fácil la descomposición y de manera automática inicia el proceso conocido como pirólisis, que permite la descomposición química.

foto

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *